El atletismo tiembla a la espera de informe con nuevas revelaciones

  • El presidente de la Federación Internacional de Atletismo (IAAF), Sebastian Coe, se enfrenta este jueves a una nueva jornada clave, con la presentación en Múnich de nuevas "revelaciones asombrosas" sobre dopaje y corrupción en el principal deporte olímpico.

Tras una primera parte del informe sobre el "dopaje organizado" en el atletismo ruso, Dick Pound, el presidente de la comisión investigadora independiente de la Agencia Mundial Antidopaje (AMA), ha prometido grandes titulares para la segunda parte de sus conclusiones.

Un país parece claramente amenazado por la sombra de las sospechas, Kenia, una de las grandes potencias mundiales de este deporte. Algunos temen que pueda correr la misma suerte que Rusia, cuyos atletas están actualmente suspendidos tras las primeras revelaciones y podrían perderse los Juegos Olímpicos de Rio-2016.

Pound, expresidente de la AMA, dio apenas un aperitivo de lo que se puede esperar el jueves, calificando a responsables de la gestión del atletismo de "basuras".

En las páginas del Times, el pasado 8 de enero, el canadiense no dejaba fuera de la tormenta a Coe, campeón olímpico de los 1.500 metros en 1980 y 1984, que en los años de la polémica era vicepresidente de la IAAF. "Coe y [su rival en las elecciones presidenciales Sergey] Bubka estaban ahí", recordó.

"El problema es sencillo", señaló por su parte Sebastian Coe el miércoles en Londres a las televisiones CNN y Sky.

"¿Todos los resultados anormales fueron analizados? ¡Sí! ¿Se sancionaron y publicaron? ¡Sí! ¿Se disimularon? No", apuntó.

Ya imputado dos veces por la justicia francesa, el expresidente de la IAAF Lamine Diack, en el cargo hasta agosto, es sospechoso de haber recibido un millón de euros dentro de un sistema organizado de chantaje. Atletas, rusos y de otros lugares, habrían conseguido que se ocultaran casos positivos de dopaje mediante pagos.

Un sistema en el que también estaría implicado uno de los hijos de Lamine Diack, Papa Massata Diack, suspendido de por vida por la IAAF el 7 de enero.

El jueves, las acusaciones contra Lamine Diack y su hijo podrían venir también de la justicia francesa. Justo después de la conferencia de prensa de la AMA, Eliane Houlette, responsable de la fiscalía nacional financiera francesa, hablará también en Múnich sobre la situación de la investigación judicial en Francia.

Pero si Rusia fue la gran protagonista negativa en noviembre, ahora el turno podría tocarle a Kenia.

"Está claro que hay un problema en Kenia", señaló Dick Pound el 7 de enero al diario japones Yomiuri Shimbun.

El jueves, la comisión investigadora de la AMA presentará sus conclusiones sobre una base de datos de 12.000 muestras sanguíneas obtenidas por la IAAF entre 2001 y 2012, correspondientes a 5.000 atletas.

Estas mismas muestras sanguíneas estuvieron de actualidad en agosto, cuando la cadena de televisión alemana ARD y el Sunday Times británico afirmaron, en vísperas del Mundial de Pekín, que una tercera parte de los 146 medallistas de los Juegos Olímpicos y Mundial de la etapa 2001-2012 presentarían "resultados sospechosos". Entre ellos, 18 kenianos.

El país africano consiguió en el Mundial de Pekín dominar el medallero final de la competición.

La suspensión provisional del presidente de la Federación Keniana a finales de noviembre "en interés de la integridad del deporte" no parece ser una señal tranquilizadora. Tampoco lo fueron las palabras de Coe el miércoles a la CNN y Sky, afirmando que la IAAF podría "dictar sanciones contra otros países" después del caso de Rusia.

asc/ol/dhe/dr/tjc

Mostrar comentarios