Barcelona, 30 jul.- El Barcelona ha aceptado jugar el partido de la Supercopa de Cataluña en el Estadio de Montjuïc contra el Espanyol el próximo 26 de septiembre, después de que la Federación Catalana haya ofrecido esta fecha tras de suspender el choque, previsto para mañana.
Así lo acaba de confirmar el FC Barcelona en una nota remitida a los medios, aunque ahora cabe esperar la respuesta del Espanyol, después de que su consejero delegado, Joan Collet, cargase hace unos días contra el equipo azulgrana, después de que éste informase a la Catalana que acudiría al partido de mañana con el filial, lo que motivó que el organismo federativo suspendiese la competición.
La Federación había acordado junto al Barcelona, que a fin cuentas es el equipo que por su calendario cargado de partidos ha ofrecido más resistencia para aunar una fecha para la celebración de este torneo, programar la Supercopa de Catalunya para el 31 de julio, debido a que era una semana sin compromisos, la única que el equipo azulgrana tenía libre durante el verano.
El Espanyol aceptó la propuesta de fechar el partido para el último día de julio, pero en la última semana una lesión del defensa Marc Muniesa ha llevado a replantearse al Barçelona la idoneidad de jugar este partido contra el Espanyol con sus jugadores y por ello, a través de su nuevo técnico, Francesc 'Tito' Vilanova, el equipo azulgrana decidió enviar a su filial.
A pesar de diferentes conversaciones entre el club barcelonista y la Catalana en los últimos días, finalmente el organismo federativo decidió suspender el encuentro.
Hoy la Catalana ha convocado a los medios y les ha informado de que la nueva fecha propuesta era el 26 de septiembre, que parece que vuelve a ser del agrado del Barça, a tenor de la nota remitida, aunque con la siguiente salvedad: "Presentaremos el mejor equipo disponible que decidan nuestros técnicos".
Por lo tanto, el Barcelona sigue sin garantizar a su primer equipo y, por ello, continúa abierta la posibilidad de enviar al filial, como así ha sucedido en los últimos años. De hecho, en el primer reto de la Copa Cataluña del Barça de Josep Guardiola hace cuatro años, el equipo azulgrana se presentó con el filial en Sant Carles de la Ràpida, ante el disgusto de los aficionados, que conocían de primera mano que el primer equipo se había quedado en Barcelona entrenándose.
En la nota remitida a los medios, el Barcelona carga contra la Catalana y también contra la Secretaría General del Deporte, que ha estado hoy en la conferencia de prensa representada por su máximo exponente, Ivan Tibau, porque lamenta que estas instituciones "quieran interferir en las decisiones de los técnicos sobre cuál es el mejor equipo disponible del FC Barcelona para afrontar este partido".
El Barçelona apela al hecho de que los organismos e instituciones "sean conscientes de que la gran cantidad de partidos oficiales del equipo y de sus jugadores imposibilita asumir más compromisos".
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