El Barcelona golea al Zaragoza tras rozar el haraquiri

Pep Guardiola decidió dar descanso a Sergio Busquets, Xavi Hernández y Andrés Iniesta, su centro del campo habitual, y estuvo a punto de pagar muy caro en La Romareda este exceso de confianza. Durante media hora, el Barcelona fue superado claramente por el Zaragoza, que no parecía el antepenúltimo clasificado. Ni mucho menos.

Aranda remató una vez al poste y un par de minutos después falló un penalti, o habría que decir que lo rechazó Víctor Valdés. Sin embargo, a la tercera fue la vencida y el canterano del Real Madrid marcó de churro a la media hora de encuentro. Chutó, Valdés repelió el esférico y éste dio en la cabeza del ariete. Jugada cómica, pero los tantos así también valen. Hasta ese momento, los papeles estaban cambiados y los maños parecían el vigente campeón.

Sin embargo, con el Barcelona no puedes conceder regalos, y antes de que el primer tiempo acabase, Roberto hizo uno. El portero zaragocista, que había estado muy acertado en las jugadas en las que había tenido que intervenir, salió en un córner con los guantes untados con mantequilla y dejó el balón a Carles Puyol, que agradeció el obsequio como se debe, marcando. Empate a uno.

Dos minutos después, Lionel Messi, que había estado desaparecido porque el Zaragoza había blindado el centro del campo para cortocircuitar el fútbol azulgrana, se sacó un zurdazo que acabó en la escuadra. Culminaba una jugada que empezó con un regalo en el centro del campo maño. La ruleta rusa con las ocasiones en las dos áreas pasaba a favorecer a los visitantes. Dos goles en dos minutos y el partido parecía otro, sobre todo con la posterior expulsión de Abraham por un doble agarrón a Alexis Sánchez.

Ya en la segunda parte, el Zaragoza se fue desinflando tras el esfuerzo realizado y el Barcelona acabó ganando con comodidad. Messi, de penalti, y Pedro, que rompía su mala racha, acabaron con las débiles esperanzas locales de milagro. Lo rozaron en una primera parte loca, pero al final, decidió la pegada del campeón. El Barcelona se pone a tres puntos del Real Madrid con un partido más, pero estuvo a punto de tirar la Liga. Jugó con fuego y rozó el haraquiri, pero al final se achicharró su rival.