El Barcelona se impone al Manchester City y da un golpe sobre la mesa en Europa

    • Luis Suárez anotó los dos tantos de un Barcelona (1-2) que realizó una espectacular primera parte.
    • Agüero dio esperanzas al City y Messi, en el último segundo, falló un penalti.
Pedro Antolinos

Resignado consigo mismo tras la derrota del año pasado, Pellegrini intentó la afrenta contra el Barcelona con mucha fuerza pero con poca maña. Tras traicionar sus ideas huyendo del balón hace 365 días, el técnico chileno apilonó a todos sus jugadores ofensivos como si eso fuera necesario para crear buenas situaciones de peligro en el área rival. Con Fernando como único peón en el centro del campo, el Barcelona, tocó, bailó y goleó ante un City millonario que persiguió sombras como un equipo aficionado.

Porque el Barcelona ahora domina un contragolpe que era repudiado hace unos días desde la filosofía que imponía el balón como único fin para llegar a la victoria. Ahora domina los dos artes. El pragmatismo le ha hecho ser mejor y, por ciertos momentos, jugadores como Messi, Suárez y Neymar agradecen salir a la carrera. Pero ni eso necesitó porque el City lo puso todo demasiado fácil. La posesión culé rondaba el 70%, Iniesta intervenía y Messi metía miedo en cada toque de balón.

Entre el frenesí culé y los olés del Etihad apareció Luis Suárez. El precio de su traspaso dicta que debía aparecer en el momento crucial y lo hizo. Primero se aprovechó de un error infantil de Kompany para hacer el primero y después remachó a la red un balón de oro de Jordi Alba. Messi desequilibró, Alba atacó el espacio, la puso al uruguayo y este sentenció la eliminatoria. Sólo había pasado media hora pero para Pellegrini, que sigue sin poder hacer frente al Barcelona, parecía toda una vida. Ni había rastro del City, ni de los petrodólares ni de una afición que presenció la vuelta del mejor Barcelona de los últimos años. Neymar y Messi pudieron hacer el tercero pero parecía demasiada osadía. No es descabellado afirmar que mereció un resultado más grueso, lo merecieron.

En el descanso Pellegrini se quitó los complejos y el City salió a pecho descubierto. Otra cosa no tendría sentido. Ante la avalancha citizen, el Barcelona se aminoró y se dedicó a buscar un contragolpe que diera la estocada definitiva a los de Manchester. Mientras seguía firme a estar premisa, David Silva emergió con un taconazo para que Agüero pusiera emoción a la eliminatoria. Ahí el Etihad prendió pero, en lugar de echar gasolina, Clichy aguó la fiesta con una pueril entrada que le costó la segunda tarjeta amarilla. Tras la expulsión, Pellegrini decidió amarrar y el Barcelona volvió a monopolizar el partido. La recompensa al buen juego la tuvo Messi desde el punto de penalti pero falló. Pena máxima para el argentino pero buena renta para un Barcelona que dio un golpe sobre la mesa en Manchester.

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