Soldado luce esta campaña el brazalete de capitán del Valencia cuando no está Albelda. Tras una temporada en Mestalla, es la forma en la que Emery y sus compañeros han querido reconocerle el peso que tiene en el equipo. La importancia de sus goles es capital, vital en las victorias del equipo ché. Cinco tantos ha logrado en lo que llevamos de Liga, pero la pólvora se le mojó ante el Barcelona.
El canterano del Real Madrid tuvo una mala actuación en el aspecto de rematador. No dejó de luchar y pelear, de presionar a los defensas culés, pero a la hora de ejecutar, de finalizar las jugadas, mostró su peor versión. Dejó con vida al Barcelona en dos clarísimas ocasiones, una en cada parte.
En el primer tiempo falló algo increíble, pocas veces visto. Superado Valdés por el centro raso de Mathieu, Soldado sólo tenía que empujar el esférico al fondo de la red, pero no acomodó bien el pie y lo envió fuera. Nadie en Mestalla se lo podía creer.
La incredulidad creció aún más en la segunda parte, con otro fallo imperdonable. En esta ocasión, el pase llegó desde la derecha, de las botas de Pablo Hernández, y el ‘9’, en el centro del área, remató fuera. Hubiera sido el 3-1, pero se esfumó, como también lo hizo antes… y como no sucedió con el gol de Cesc que supuso el empate. El Barcelona sacó un punto de Mestalla, cuando el resultado normal, de haber mantenido Soldado su puntería, hubiera sido una victoria clara del Valencia.
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que lainformacion.com restringirá la posibilidad de dejar comentarios