El Bidasoa puede dejar de ser colista si gana mañana al Aragón

  • La victoria en Cangas ha vuelto a meter al Bidasoa Irún de lleno en la pelea por la permanencia y, de hecho, puede dejar, después des muchas jornadas, el puesto de colista si mañana se impone en Artaleku (19:00 horas) al Balonmano Aragón, un partido en el que debutará el sueco Filip Källman.

Irun (Gipuzkoa), 14 feb.- La victoria en Cangas ha vuelto a meter al Bidasoa Irún de lleno en la pelea por la permanencia y, de hecho, puede dejar, después des muchas jornadas, el puesto de colista si mañana se impone en Artaleku (19:00 horas) al Balonmano Aragón, un partido en el que debutará el sueco Filip Källman.

El conjunto guipuzcoano tiene dos puntos menos que el Villa de Aranda, que es el equipo que marca la salvación, y está a tan solo uno del Valladolid, que esta jornada tiene a priori una salida complicada al jugar el domingo en Pamplona frente al Anaitasuna.

El Bidasoa sabe que para llegar a final de temporada con opciones de mantenerse en la Asobal debe sumar el máximo número de puntos posible en Artaleku, donde hasta la fecha el equipo entrenado por Fernando Bolea apenas ha conseguido una victoria y un empate, a pesar de la buena imagen que está ofreciendo como local.

El partido de mañana es "vital" para el club irundarra, como ha reconocido esta semana su técnico, ya que afronta en esta fase de la competición varios encuentros contra rivales de la mitad de tabla hacia abajo que pueden marcar el devenir de la competición.

El hecho de ganar sería un empujón anímico muy grande para los jugadores bidasotarras, ya que supondría encadenar por primera vez dos triunfos esta temporada y les permitiría llegar con la moral muy alta al crucial partido de la semana que viene en Valladolid.

El entrenador del Bidasoa no tiene bajas para este encuentro, después de que Adrian Crowley se haya recuperado de la rotura de fibras que le ha impedido jugar las dos últimas jornadas, y además podrá contar el lateral sueco Filip Källman, que ha llegado esta semana a Irun para reforzar el lanzamiento exterior.

Con este argumento ofensivo más, y apoyado en la mejoría defensiva, el cuadro guipuzcoano tratará de superar a un Balonmano Aragón que poco se parece al de la primera vuelta, después de perder hasta seis jugadores durante el parón por los problemas económicas del club.

No obstante, el conjunto entrenado por Mariano Ortega ya ha demostrado esta temporada de lo que es capaz a domicilio y, a pesar de la comprometida situación que atraviesa, la semana pasada el Anaitasuna solo le pudo ganar por un gol.

Los jugadores del Bidasoa están mentalizados de la trascendencia del encuentro y Bolea no teme que haya ninguna relajación tras ganar en Cangas porque la plantilla "sabe que para sacar algo positivo hay que dar el máximo y jugar cada partido como si fuera el último".

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