El canterano Garcés salva in extremis al Atlético del desastre frente al Eibar (1-1)

  • Con una victoria, dos empates y una derrota en los primeros cuatro partidos, los de Simeone no dan con la regularidad necesaria para pelear la Liga.
Borja Garcés, del Atlético de Madrid, celebra el gol del empate ante el Eibar durante el partido de la cuarta jornada de LaLiga que ambos equipos han disputado en el estadio Wanda Metropolitano. EFE/ Rodrigo Jimenez
Borja Garcés, del Atlético de Madrid, celebra el gol del empate ante el Eibar durante el partido de la cuarta jornada de LaLiga que ambos equipos han disputado en el estadio Wanda Metropolitano. EFE/ Rodrigo Jimenez
Borja Garcés, del Atlético de Madrid, celebra el gol del empate ante el Eibar durante el partido de la cuarta jornada de LaLiga que ambos equipos han disputado en el estadio Wanda Metropolitano. EFE/ Rodrigo Jimenez
Borja Garcés celebra el gol del empate ante el Eibar durante el partido  disputado en el estadio Wanda Metropolitano. EFE/ Rodrigo Jimenez

El Atlético de Madrid salvó un punto en el encuentro de la cuarta jornada de LaLiga Santander ante el Eibar en el Wanda Metropolitano (1-1), evitando la derrota en el tiempo de descuento con un tanto del canterano Borja Garcés, tras una actuación casi perfecta del guardameta serbio Dmitrovic y un gol también en los últimos minutos de Sergi Enrich.

La mañana no arrancó con buenas noticias para un Atlético que había empezado LaLiga sin ganar cinco de los primeros nueve puntos -ahora ya son siete de los primeros 12-: Lucas Hernández se quedó fuera de la convocatoria a última hora, al sufrir "dolor abdominal", entrando en la convocatoria el canterano Francisco Javier Montero.

Además, el primer aviso del encuentro fue para el Eibar. Un centro pasado del debutante Pablo de Blasis acabó llegando a la posición de José Ángel 'Cote', que golpeó con fuerza en dirección al larguero de Oblak. No hubo mucho más en ataque del conjunto de Mendilibar en la primera parte.

Sin embargo, tampoco el Eibar padeció en defensa. Cierto es que los de Simeone se pudieron ir con ventaja en el marcador al vestuario, pero unas cuantas buenas intervenciones de Dmitrovic, dieron al traste con el disparo de Griezmann tras una salida de balón por la banda derecha o el remate de cabeza de Saúl, en una jugada a balón parado que fue la ocasión más clara para los rojiblancos.

Como si fuera una repetición del primer tiempo, José Ángel volvió a estrellar un balón en el larguero pasada la hora de encuentro. En esta ocasión, si acaso el golpeo fue más bonito, pues pilló el balón en el aire tras el rechace de un saque de esquina. Antes, Diego Costa pudo haber finalizado a portería un pase de la muerte de Lemar, primer sustituido por Correa, pero el hispano-brasileño no pudo disparar tras el control.

El partido estuvo más roto en el segundo tiempo, produciéndose más llegadas a las áreas. El portero serbio blaugrana, Marko Dmitrovic, resolvía la papeleta una y otra vez, ya fuese Diego Costa o Griezmann quien le acosara. Tanto fue así, que Simeone dio entrada al delantero canterano Borja Garcés, melillense de 19 años, renunciando al pivote posicional, Rodri Hernández. Una decisión que fue discutida por el público del Metropolitano.

A la desesperada

El Atlético de Madrid, pues, acabó de manera ultraofensiva con Koke y Saúl como pareja de mediocentros, con Correa de interior derecho, Griezmann siendo un falso hombre de banda izquierda; y arriba Diego Costa y Garcés, pero ni aun así conseguía superar a la zaga armera.

Quien tuvo más suerte fue Mendilibar; tras la lesión de Diop, también hizo una sustitución ofensiva, con la entrada del delantero catalán Marc Cardona para hacer compañía a Sergi Enrich. Fue el delantero balear quien rompería la igualada. Enrich aprovechó un balón sin dueño en el área pequeña tras impactar en Juanfran y Oblak.

Después del tanto del cuadro vasco, el Atlético ya puso todas las fichas sobre la mesa pues apenas le quedaba tiempo. Borja Garcés fallaría una primera ocasión que solo el central Arbilla pudo despejar; después, Godín remataría un saque de esquina al larguero y, ya, para finalizar el encuentro, en la última jugada, el propio Garcés, el día de su debut, enviaría a la red un pase atrás de Correa.

El Atlético, con una victoria, dos empates y una derrota en los primeros cuatro partidos de Liga, no está encontrando la regularidad necesaria para pelear con Real Madrid y FC Barcelona, aunque cuenta con la ventaja de tener muchos meses de competición por delante. Por su parte, los eibarreses puntúan de nuevo tras la victoria en el último minuto ante la Real Sociedad, justamente, en los compases donde se le escaparon los tres puntos en el difícil Wanda Metropolitano.

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