El Coliseum se reconcilia con Adrián

Getafe (Madrid).- El Coliseum Alfonso Pérez se reconcilió con Adrián González, antaño foco de las iras y las críticas del público del Getafe, que durante el choque de Copa ante el Málaga aplaudió al centrocampista del conjunto madrileño.

La carga que había soportado Adrián partido tras partido no es fácil. Ser el hijo del entrenador (Míchel), y si además éste tiene un nombre emblemático en el fútbol español, es muy complicado. En varias ocasiones Adrián ha tenido que aguantar con entereza las críticas que llegaban desde la grada.

Hace dos meses, la relación entre la hinchada del Coliseum y Adrián tocó fondo. Fue ante el Deportivo en Liga. El Getafe, incapaz de ganar ante un equipo que jugaba con dos jugadores menos, se vino abajo y perdió el choque 0-2. Nadie se salvó de la quema. Todos jugaron el peor partido que se recuerda en el estadio madrileño en mucho tiempo. Pero, sin embargo, los silbidos fueron sólo para Adrián.

Desde ese día, y hasta el duelo ante el Málaga, casi dos meses después, Adrián no había vuelto a pisar el césped de su estadio. Míchel, incluso llegó a reconocer, antes del choque ante el Xerez, que Adrián no iba a jugar para no enrarecer el ambiente. Las palabras del presidente Ángel Torres en un medio de comunicación, tal vez no ayudaron. Allí dijo que iba a intentar ceder al centrocampista en el mercado de invierno para que no soportara tanta presión.

Desde el partido ante el Deportivo hasta el del Málaga, pasaron dos meses, en los que las apariciones de Adrián en un terreno de juego siempre fueron en estadios ajenos. El debate estaba sobre la mesa, pero parece que ayer se cerró. Cuando quedaba media hora para acabar el partido, Adrián saltó al campo sustituyendo a Javier Casquero. Y el público, cerca de 3.000, por fin, le aplaudió.

"Fue una gran satisfacción. Llevaba sin jugar desde el día del Deportivo. La verdad que salir al campo y volver a sentir los aplausos de la gente, me ayuda a limpiar la cabeza. Me viene muy bien para seguir adelante", dijo en declaraciones a EFE.

"Era una sensación que buscaba y deseaba desde el momento que terminó el partido del Deportivo. Volver a encontrarme con la afición y que fuese de forma positiva, pues así fue ayer. Estoy muy contento y gracias a eso, me va a ayudar bastante más", añadió.

Adrián no quiere saber nada del pasado. Sólo mira hacia delante. Ahora, tras los aplausos ante el Málaga, espera comenzar un idilio con la grada del Coliseum Alfonso Pérez. "Espero que sea así, sobre todo porque para mí sería muy importante poder jugar con total normalidad igual que en otros campos. Ayer la afición tuvo un diez. Fueron pocos en un día difícil para ir al fútbol por el precio, la hora y el tiempo. Apoyaron al máximo y eso es de agradecer".

El próximo capítulo de Adrián ante sus aficionados será dentro de una semana, cuando el Getafe se enfrente al Atlético de Madrid. De momento, parece que la situación ha cambiado. Si todo sigue igual, el joven zurdo del conjunto "azulón", que seguro que espera que algún día digan que Míchel es el padre de Adrián y no Adrián el hijo de Míchel, volverá a ser aplaudido por la grada. Entonces, la reconciliación será total. Los silbidos y los rumores de traspasos, serán por fin olvidados.