El deportista más inteligente del mundo es pitcher y bioquímico

  • El tópico del deportista tarugo que ni estudia ni quiere porque no le interesa más que jugar a la pelota es eso, un tópico peyorativo. Pero ni aun tratando de eliminar cualquier prejuicio se puede pensar en un tipo como Craig Breslow: pitcher de los Oakland Athletics, licenciado con sobresaliente en Yale y, dicen, el deportista más inteligente que hay.
Craig Breslow: el deportista más inteligente del mundo es pitcher y bioquímico
Craig Breslow: el deportista más inteligente del mundo es pitcher y bioquímico
lainformacion.com
Quique Peinado

Cuando era un crío, Craig Breslow, nacido en el seno de una familia judía acomodada de New Haven, Connecticut, tenía dos sueños que la práctica demuestra incompatibles: ser pitcher profesional e investigar una cura contra el cáncer, enfermedad que detectaron a su hermana Lisley con 14 años. Sin embargo, él lo cumplió. Y con nota.

"Si alguien no sabe algo en el equipo, le preguntamos a Craig", cuenta al USA Today uno de los compañeros del jugador. Ha sido así en toda su vida profesional. No en vano, el béisbol es el gran deporte estadounidense en el que menos jugadores con formación universitaria llegan a las Grandes Ligas, y Breslow no es un licenciado más: como brillante alumno terminó sus estudios de Bioquímica y Biofísica Molecular con sobresaliente en la Universidad de Yale, una de las más prestigiosas del planeta.

Sin embargo, cuando la Universidad de Nueva York le ofreció una beca para seguir con sus estudios de Medicina, Breslow la rechazó: su sueño era el béisbol.

No le fue fácil llegar a su posición de hoy: es el pitcher, especialista en bateadores zurdos, de los Oakland Athletics de la MLB. Pero durante sus primeros años, tuvo que jugar en ligas menores para hacerse un nombre. "La gente piensa que si las cosas te van mal en el béisbol, vas a dejarlo para ser abogado o médico. Yo soy el ejemplo de que esa percepción es un prejuicio. Yo tenía el mismo sueño de ser profesional que los demás", señala el jugador al USA Today.

"En cada momento trato de combatir el estereotipo", dice Breslow. El estigma dice que un jugador demasiado inteligente piensa más de lo deseable las cosas y es menos competitivo y más analítico de lo que debería. Por lo tanto, acaba siendo tildado de blando. Ocurre en muchos deportes: los que se salen de la norma son sospechosos. Contaba Paul Shirley, el ex jugador de baloncesto y famoso escritor y blogger (entre otros medios, en 'El País'), que a su agente le dijeron que era un riesgo fichar a un tipo que se entretenía tanto escribiendo: "Vaya, quizá fuera mejor que matara mi tiempo organizando peleas de perros y teniendo hijos ilegítimos", ironizó entonces Shirley.

A Breslow, sin embargo, no le ha ido mal. Es una estrella y, aunque deja para cuando se retire la idea de retomar el camino de la investigación, ha podido compatibilizar ambas cosas con la fundación Strike 3 de ayuda a la cura del cáncer en niños. Su hermana Lisley, su inspiración para estudiar, sobrevivió a la enfermedad y fue madre el año pasado.

 

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