El descenso de Bormio, el más apretado de la historia en hombres

Madrid, 29 dic.- El descenso de la Copa del Mundo de esquí alpino disputado hoy, sábado, en Bormio (Italia) y que concluyó con el triunfo compartido del austríaco Hannes Reichelt y el italiano Dominik Paris, ha sido el más apretado de la historia de esa competición, con cuatro esquiadores en tan sólo dos centésimas.

Reichelt y Paris bajaron la pista italiana, de 3,27 kilómetros, en un tiempo idéntico de un minuto, 58 segundos y centésimas; el noruego Aksel Lund Svindal, líder de la competición, fue tercero, a una sola centésima; y el austriaco Klaus Kröll, cuarto, a dos.

Desde la creación de la Copa del Mundo de esquí alpino, la temporada 1966-67, jamás se había registrado un resultado tan apretado en una prueba de esquí masculina.

"Algo así nunca me había pasado. Crucé la línea de llegada y vi que era tercero y a una centésima. Pensé que era un error", explicó Svindal tras la prueba. "Normalmente, a una centésima acabas segundo. Hoy, no. Pero está bien, estoy contento", añadió el líder de la general de la Copa del Mundo de esquí alpino.

Kröll se expresó en términos parecidos: "Cuando vi que era cuarto me pareció bien, porque había cometido dos errores. Pero luego, cuando me fijé en que la desventaja era de dos centésimas, pensé que no podía ser cierto. Se siente uno como el tonto del día", indicó el austriaco.

El resultado de hoy sí fue superado, no obstante, en una prueba femenina: el 3 de marzo de 2006 el supergigante de Hafjell (Noruega), una de las sedes de las pruebas de esquí alpino en los Juegos Olímpicos de Lillehammer'94, fue aún más apretado.

Compartieron la victoria ese día tres esquiadoras: la austriaca Michaela Dorfmeister, la suiza Nadia Styger y la estadounidense Lindsey Vonn -que de aquella aún competía con su apellido de soltera, Kildow-.

Las tres marcaron idéntico tiempo, de un minuto, 18 segundos y 65 centésimas. A una sola centésima de ellas acabó la cuarta clasificada, la canadiense Kelly Vanderbeek.