El dilema de la posesión en un partido decisivo

  • El partido de vuelta de las semifinales de la Liga de Campeones entre Chelsea y Atlético de Madrid apura sus horas previas con el dilema de la posesión de la pelota entre dos equipos que se sienten más fuertes al contragolpe y con su fútbol directo que en circulaciones largas del balón cerca del área.

Iñaki Dufour

Madrid, 29 abr.- El partido de vuelta de las semifinales de la Liga de Campeones entre Chelsea y Atlético de Madrid apura sus horas previas con el dilema de la posesión de la pelota entre dos equipos que se sienten más fuertes al contragolpe y con su fútbol directo que en circulaciones largas del balón cerca del área.

En el encuentro de ida en el Vicente Calderón, el ultra-defensivo planteamiento del conjunto inglés descargó toda esa responsabilidad en los rojiblancos, que asumieron el 62 por ciento, más que en todos sus duelos de este curso en el torneo salvo el 4-0 al Austria Viena en la fase de grupos, y que remataron 26 veces a portería sin goles.

No suele el Atlético tener más el balón que sus adversarios esta temporada en la Liga de Campeones. De hecho, esos dos choques son los únicos ejemplos en ese sentido, porque en el resto no necesitó dominar esa estadística para ganar o empatar sus compromisos, tanto en la primera fase como en las rondas de octavos y cuartos de final.

Al Barcelona le eliminó por un global de 2-1 a su favor, con un 34 por ciento en el 1-1 en el Camp Nou y un 36 por ciento en el 1-0 del Vicente Calderón, donde estrelló tres disparos en los postes; al Milan le superó por 0-1 en San Siro con un 48 por ciento y le goleó en Madrid por 4-1 con aún menos posesión: un 44 por ciento.

En la primera fase repitió la misma dinámica contra el Zenit, doblegado en el Manzanares por 3-1, con un 46 por ciento de control de la pelota por parte del Atlético; o con el Oporto, al que venció tanto en Do Dragao como en el Vicente Calderón con menos tiempo de dominio del esférico, un 42 y un 38 por ciento para un 1-2 y un 2-0.

Para la vuelta en Stamford Bridge, en el Atlético prevén un Chelsea parecido al de la ida pero con matices diferentes, porque el 0-0 del encuentro de ida y su condición de local también le obligan a buscar la portería rival, a lo que renunció totalmente en Madrid.

"El Chelsea se va a encerrar bastante, pero al mismo tiempo van a tener que salir e intentar meter gol, porque juegan en su casa", explicó hoy Filipe Luis, en declaraciones hechas en el viaje matutino de dos horas de avión hacia Londres y difundidas esta tarde por el club rojiblanco a través de su página web oficial.

"El partido va a ser un poco más distinto que el que ellos jugaron en nuestra casa. Creo que tienen que salir un poco más", dijo el lunes el delantero Diego Costa, marcado en corto y sin espacios en el encuentro de ida, en el que su rival limitó a dos sus disparos a portería y minimizó al máximo sus potentes contragolpes.

"Esperamos un Chelsea más o menos parecido. No creo que se vayan a volver locos. Probablemente vayan a buscar el ataque un poco más, porque ellos necesitan un gol", declaró hoy Mario Suárez, que entrará en el once por el sancionado Gabi Fernández, que cumplirá partido de suspensión por ciclo de tres tarjetas amarillas.

En el medio centro jugará junto al portugués Tiago Mendes, que se "imagina" un Chelsea que "va a empezar muy fuerte el partido, pero que no va a cambiar mucho; un equipo muy bien organizado, que intentará al máximo sacar ventaja del balón parado, de faltas, de córner, de la calidad individual de cada jugador..."

Los encuentros como local del Chelsea en esta edición de la Liga de Campeones describen un equipo con más o igual posesión que sus rivales en sus cinco compromisos de esta temporada en Stamford Bridge, incluido el único en el que fue derrotado en casa, en la fase de grupos frente al Basilea (1-2), que dominó la pelota un 44 por ciento de los 90 minutos del partido por el 56 de los 'blues'.

Sólo en octavos de final frente al Galatasaray, al que doblegó por 2-0, le equilibraron esa estadística en Londres. En los otros tres duelos, incluido la remontada en cuartos por 2-0 al París Saint Germain (54 por ciento del Chelsea), tuvo más el balón que sus adversarios, como también sucedió en el 3-0 al Schalke, con un 56 por ciento, o en el 1-0 al Steaua de Bucarest, con un 64 por ciento.

Mañana, Stamford Bridge enfrentará dos estilos parecidos, dos equipos muy firmes defensivamente, eficaces en el contraataque, en la estrategia a balón parado y en la contundencia del fútbol directo y dos aspirantes a una plaza en la final del 24 de mayo en Lisboa.

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