El dilema de Löw

  • Joachim Löw pasea pensativo por el césped del estadio Beira-Rio de Porto Alegre. Llueve con intensidad, pero parece no importarle que le caiga el agua encima.

Juan José Lahuerta

Porto Alegre, 29 jun.- Joachim Löw pasea pensativo por el césped del estadio Beira-Rio de Porto Alegre. Llueve con intensidad, pero parece no importarle que le caiga el agua encima.

Simplemente observa de reojo a sus jugadores mientras medita cómo resolver un dilema para enfrentarse mañana a Argelia. Hay dos jugadores para un hueco en el centro del campo. Sami Khedira o Bastian Schweinsteiger. Alguno se quedará afuera.

Es la gran duda de un técnico que se ha quedado varias veces al borde del éxito. Ha nadado en la orilla de la victoria desde que comenzó a dirigir a Alemania.

Löw ha quedado tercero con su selección en el Mundial de Alemania 2006 y en el de Sudáfrica 2010. En la Eurocopa de Austria y Suiza quedó subcampeón. En dos de las tres ocasiones, España se cruzó en el camino.

Sin la selección de Vicente Del Bosque enfrente, Löw podría tener una puerta abierta para culminar varios años de casi éxitos de una generación que todavía no ha ganado nada. Y, la siguiente piedra en el camino para lograrlo, será Argelia, un equipo que, a priori, debería ceder ante el empuje germano.

Löw prepara meticulosamente el duelo. Sabe que una victoria le daría el pase a los cuartos de final, donde se vería las caras con Francia o Nigeria. Y, una de las partes más importantes de su equipo es la sala de máquinas. En ella conviven dos jugadores importantes que han vivido una temporada muy parecida y que a punto estuvo de alejarles del Mundial.

Khedira se lesionó de gravedad en una rodilla y estuvo más de seis meses fuera de los terrenos de juego. Al final, se recuperó a tiempo para disputar los dos últimos partidos con el Real Madrid, incluido el de la final de la Liga de Campeones, en la que fue titular. Löw, finalmente, le eligió entre los 23 convocados para el Mundial.

Schweinsteiger también se lesionó un rodilla en el mes de mayo. Antes del Mundial, apenas disputó unos minutos ante Armenia en un amistoso. Incluso dentro de la concentración en Brasil, se encendieron todas las alarmas con el traslado del jugador en helicóptero a un hospital para hacerse un reconocimiento rutinario.

Sin embargo, pese a todos esos problemas, ambos pudieron empezar el torneo. Khedira fue titular ante Portugal y Schweinsteiger no jugó. Khedira repitió en el once contra Ghana y su rival por el puesto le sustituyó en el minuto setenta. Y, ante Estados Unidos, Schweinteiger consiguió la titularidad mientras el jugador del Real Madrid no jugó ni un minuto.

A Löw le ha gustado el trabajo de ambos y ahora duda. "Han demostrado su tenacidad, es un milagro que estén aquí. No he conseguido completar una idea. Tengo que hablar con el resto del cuerpo técnico y esta noche hablaremos sobre las posibilidades para tomar una decisión", dijo.

"Es un asunto a considerar. Ambos pueden jugar desde el inicio. Ambos son importantes para el equipo y tengo que decidir. Los dos son capaces de cumplir mis necesidades. Físicamente son capaces de hacerlo", añadió en la rueda de prensa previa al choque.

Lahm, el capitán, también fue cuestionado al respecto. No tuvo más remedio que pasarle la pelota a su entrenador, que no se sentó junto a los medios a la vez que su jugador. Espero a que terminara para entrar en la sala de prensa.

"Eso lo decide el técnico, no yo", contestó seco el futbolista del Bayern de Múnich.

Efectivamente, será Löw quien tenga la última palabra. Khedira o Schweinteiger, esa es la cuestión. Uno u otro. El resto, está prácticamente decidido. Mientras se empapa con la lluvia de Porto Alegre, el técnico alemán medita y medita. Es el dilema de Löw.

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