Más de un 1,90 de altura y ausencia de cabello en la cabeza. En el centro de la zaga del Betis. Roberto Ríos se convirtió en objeto de deseo de los clubes españoles tras unas buenas temporadas en la entidad de Heliópolis. Entre ellos, se habló, aunque nunca hubo confirmación, de Real Madrid y Barcelona. Pero sobre todo le llegaron cantos de sirena de un equipo que tiene más complicado fichar, el Athletic.
El central bético había nacido en Bilbao. Su padre, también defensa, Eusebio Ríos, era de Portugalete, aunque jugó la mayoría de su carrera deportiva en el Betis. Ya retirado formaría parte del organigrama del Athletic. Así que ese nacimiento de Roberto en territorio vasco le permitía ser objetivo de los leones, un Athletic que por aquel entonces competía en Europa y gozaba de buena salud económica.
El presidente del Betis, Manuel Ruiz de Lopera, vio en la venta de Ríos una gran oportunidad de llenar sus arcas. Cuando el Athletic preguntó a los verdiblancos se encontró con una respuesta contundente: 2.000 millones de pesetas (12 millones de euros). El por aquel entonces presidente del Athletic, José María Arrate, ante supuestas ofertas de otros equipos, pagó. Pero no sólo por eso, sino porque el central era uno de los mejores de la Liga. E internacional.
Lopera dejó una de esas frases para la historia: "Les hemos vendido 1.000 millones de defensa y 1.000 millones de vasco". El Athletic ha seguido fichando a lo largo de los años pero nunca alcanzando un gasto similar. El segundo más caro es el de Ander Herrera, el pasado verano, por un montante de 7,5 millones de euros.
No triunfó en San Mamés
Fuera por la presión de ser el fichaje más caro de la historia de los leones y del fútbol español en aquella época, fuera por las continuas lesiones que acabó padeciendo, Roberto Ríos no triunfó en San Mamés. Formó parte del Athletic durante cinco temporadas siendo con el paso del tiempo cada vez menos habitual en las alineaciones. El central acabaría por retirarse aunque a punto estuvo de probar el fútbol inglés.
Hoy, Roberto Ríos se enfrenta con uno de sus equipos del alma a su otro equipo del alma. El espigado exfutbolista estará sentado en el banquillo del Betis. El antiguo defensa es ahora el segundo entrenador de la entidad de Heliópolis, a las órdenes de Pepe Mel. La llamada de éste el pasado verano fue clave para que Ríos se incorporase al cuerpo técnico verdiblanco.
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