El fútbol, la última herida abierta de la guerra de los Balcanes

    • Croacia y Albania son los dos representantes seguros de los Balcanes en la Eurocopa, pero desde la desaparición de Yugoslavia, el fútbol ha perecido en la zona aumentando el 'hooliganismo'.
    • El incidente con el dron en el partido entre Serbia y Albania fue el último de ejemplo de un clima conflictivo representado por ultras como Igor Bogdanov, que en 2010 provocó la suspensión de un Italia-Serbia. 
El fútbol, la última herida abierta de la guerra de los Balcanes / Getty Images
El fútbol, la última herida abierta de la guerra de los Balcanes / Getty Images

La Eurocopa de 2016 contará por primera vez con 24 selecciones. Grandes equipos como España, Alemania e Inglaterra ya se han clasificado como es habitual, pero este torneo contará con debutantes de menor nivel como Gales, Islandia, Irlanda del Norte y Albania, este último siendo el país más pobre de Europa.

Albania es uno de los países de los Balcanes que formará parte de esta edición. Este territorio europeo está marcado por la historia de Yugoslavia, un conglomerado de naciones que desapareció en 2003, haciendo resentirse al fútbol sobremanera, con una bajada del nivel de juego y un ascenso de la repercusión del 'hooliganismo' exyugoslavo, que hoy en día sigue representando las heridas sin cicatrizar de una terrible guerra difícil de olvidar. El dron que nos hizo revivir el pasado

El pasado 14 de octubre, Serbia y Albania disputaban un encuentro correspondiente a la fase de clasificación para la Eurocopa. Los dos países viven envueltos en una rivalidad política e histórica que traspasa las fronteras del deporte y que se puso de manifiesto en ese partido.

Kosovo se independizó en 2008, pero Serbia no lo ha reconocido todavía como país después de enzarzarse en una guerra que duró de 1996 hasta 1999. Se estima que la mayoría de los habitantes de Kosovo son albanos, y Albania ha mostrado su apoyo a los kosovares en varias ocasiones, con el fin de que consiguiesen su independencia.

Así pues, en medio del partido entre Serbia y Albania, un dron sobrevoló el terreno de juego con una bandera de la 'Gran Albania' (proyecto que quiere reunir en un solo Estado a todos los ciudadanos albanos de los Balcanes),  y los serbios vieron en el objeto volador una provocación nacionalista relacionada con Kósovo.

Los gritos de "Matad, matad, matad a los albanos" dominaron todo el choque, y cuando un defensor serbio se acercó al dron para retirar la bandera, Andi Lila, jugador de Albania se precipitó hacia él y comenzó una gran trifulca.

Lorik Cana, capitán de Albania, llegó a enzarzarse incluso en una pelea con un aficionado en pleno césped. Una imagen que quedó para la historia de los albanos como un símbolo de resistencia ante la opresión serbia. Un siglo lleno de conflictos

La historia de la guerra en los Balcanes es vasta, pero existen cinco fechas a retener para comprender el conflicto social y político acaecido en el último sigo:En 1929 nace el Reino de Yugoslavia.El 6 de abril de 1941, las fuerzas del Eje invaden Yugoslavia, y un Estado de Croacia se independiza bajo el mando de la Alemania nazi. El 29 de noviembre de 1945, la República Federativa Popular de Yugoslavia dirigida por Tito es proclamada. Las repúblicas de Eslovenia, Croacia, Bosnia, Serbia, Montenegro y Macedonia forman la federación.En marzo de 1991, Croacia inicia su proceso de independencia y lo lleva a buen puerto en junio junto a Eslovenia. En septiembre es el turno de Macedonia. En 1993 se independiza Bosnia-Herzegovina y en 2003 Yugoslavia deja de existir y se llama Serbia y Montenegro.En 2006 Montenegro se independiza de Serbia.En 2008 Kosovo proclama su independencia, reconocida por una parte de la comunidad internacional pero no por Serbia.El partido que "comenzó la guerra"

Como mayor vehículo conductor de pasiones de nuestro tiempo, el fútbol fue utilizado por los radicales políticos para sembrar el terror en aquellos que no pensaban igual que ellos.

El 13 de mayo de 1990, días después de la victoria de los nacionalistas croatas en las primeras elecciones libres del país y a punto del estallido de la guerra civil en Serbia, el Dínamo de Zagreb (Croacia) y el Estrella Roja de Belgrado (Serbia) se enfrentaban en un partido del campeonato yugoslavo. Un partido que nunca se pudo jugar.

Antes del encuentro, se vivió un auténtico infierno en las gradas. Ultras croatas (Bad Blue Boys) y serbios (Delije) comenzaron a pelearse entre ellos y contra la policía antes del pitido inicial.

Sin embargo, en el terreno de juego se registró la imagen más remarcabale, con el capitándel Dinamo de Zagreb, Zvonimir Boban, agrediendo a un policía por su actitud agresiva con los hinchas croatas.

Así transcurrió el partido que "comenzó la guerra", ya que ambas faccciones ultras, se enrolarían más tarde en la armada. Los 'Bad Blue Boys' formaron parte del joven ejército croata, mientras que los 'Delije' se enrolaron en las filas serbias dirigidas por el exgangster Arkan, que fue presidente del FK Obilic, y se le atribuye la intrusión de la criminalidad en el fútbol. Los ultras, símbolo de una brecha incubrible

El episodio del dron entre Serbia y Albania es tan solo un ejemplo más de la tensión que todavía se vive en los Balcanes, después de la fragmentación de Yugoslavia.

El fútbol es un recurso fácilmente accesible para los violentos, y los serbios cuentan con uno de las facciones ultras más peligrosas del mundo. Ivan Bogdanov es el presunto líder de los 'Tigres de Arkan', ultras del Estrella Roja. Saltó al campo en el partido frente Albania, y em 2010 provocó que se suspendiese un partido entre Italia y Serbia.

Bogdanov se subió a una verja del estadio de Génova y con unos alicates intentó romperla para acceder a la zona de los aficionados italianos. Ese mismo día se había colado en el autobús de los futbolistas serbios ya había tenido sus más y sus menos con algunos de ellos.

Tras pasar unos meses en prisión, 'Iván el terrible' volvió a las canchas para dirigir a sus hinchada y seguir haciendo apología de la violencia en el fútbol.

De ser el "Brasil de Europa" a un fútbol dividido

Cuando Yugoslavia vivía sus momentos de "esplendor" la selección se nutría de grandes futbolistas, y llegaron a ser apodados como el "Brasil de Europa". Hoy la situación es muy diferente. Excepto en Croacia, el fútbol de los Balcanes vive sus horas más bajas provocadas por secesiones constantes que no aclaran el panorama.

Un gran ejemplo de esta situación lo representa la ciudad de Mitrovica en Kosovo, fronteriza con Serbia. La ciudad de 80.000 habitantes está cortada en dos por un puente que tiene prohibida la circulación. En el norte viven los serbios y en el sur los albanos.

En la misma ciudad, el FK Trepca juega en la liga serbia, y el KF Trepca juega en la primera división kosovar. Dos equipos de casi nombre idéntico distanciados por un puente que simboliza las fronteras políticas.

Dos equipos que simbolizan un territorio dividido por la violencia del pasado, que los ultras se encargan de rememorar fin de semana tras fin de semana utilizando el fútbol como el último vehículo de guerra en los Balcanes.

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