El futuro de Philippe Montanier monopolizará el tramo final de la Liga

Carlos Rodríguez

San Sebastián, 11 abr.- La afición de la Real Sociedad abrió ayer en el partido ante el Betis un debate que podría prolongarse durante las seis jornadas de Liga que restan sobre la continuidad o no de Philippe Montanier, despedido a gritos de "dimisión" por un sector de la grada.

Inicialmente no fueron más que unas tímidas peticiones de aficionados aislados pero tras el gol del empate del conjunto sevillista y los cambios introducidos por el técnico francés, terminaron por convertirse en expresión de enfado de un sector más significativo.

El técnico francés, ajeno a todo ello, volvió a dar una lección de elegancia en los vestuarios de Anoeta, donde recibió también el apoyo más o menos expreso del delantero Carlos Vela, la actual figura del equipo, que dijo respetar a los aficionados aunque le hubiera gustado otro escenario en un final de partido al que la Real llegó con opciones de triunfo.

Los donostiarras terminaron la pasada temporada con 45 puntos, siete más de los que tiene actualmente el equipo, por lo que, con seis jornadas por delante, Montanier puede mejorar la clasificación lograda por Martín Lasarte.

En esta ocasión ayuda el hecho de que los equipos que están en puestos de descenso se encuentran mucho más alejados de los donostiarras que hace un año y parece que la permanencia está más que encarrilada con poco sufrimiento, uno de los objetivos impuestos a Montanier.

Pero en lo que realmente el preparador realista puede acumula méritos es en el valor patrimonial que ha otorgado al club al apostar por jóvenes valores, muchos de ellos en la franja 19-23 años, como Iñigo Martínez, Asier Illarramendi, Liasine Cadamuro (ahora internacional con Argelia), Rubén Pardo o el goleador Imanol Agirretxe.

El Consejo de Administración deberá de analizar todo ello dentro de unas semanas cuando se acabe la temporada, antes de decidir si aborda un cambio en el banquillo o mantiene a Montanier.