El hockey femenino profesional se abre camino en EEUU

  • Una joven estadounidense de 28 años ha lanzado, a base de esfuerzo, la primera liga profesional de hockey femenino sobre hielo en América del Norte, que acaba de abrir su temporada inaugural despertando interés y expectativas.

La historia comenzó el domingo por la noche en Nueva York, en el hangar de un viejo aeródromo perdido en Brooklyn, a más de 15 km de Manhattan.

Antes unos 1.200 espectadores, las New York Riveters cayeron ante las Boston Pride y su juego colectivo por 7 a 1, aunque lo esencial no era el resultado.

Por primera vez en América del Norte, las mujeres cobran por jugar al hockey, con salarios que van de 10.000 a 25.000 dólares la temporada, que contará con 18 jornadas hasta marzo para cada uno de los cuatro equipos inscritos.

Todas o casi todas las jugadores han conservado su empleo al margen del deporte, pero igualmente pueden reivindicarse como profesionales.

No ha trascendido la identidad de los inversores que permitieron la creación de la National Women's Hockey League (NWHL). Se ocultan detrás del rostro de la rubia Dani Rylan, de 28 años y fundadora y presidenta de la NWHL, que no quiere decir nada al respecto.

"Estamos financiadas para la totalidad de la primera temporada", asegura Jake Duhaime, portavoz de la NWHL.

Además de la inversión de entrada, los únicos ingresos saldrán de la venta de billetes, con el objetivo de alcanzar los 60.000 para toda la temporada. "Si llegamos a esa cifra tendremos ganancias", promete Duhaime.

Según la liga, hay negociaciones en marcha con auspiciantes y antes del final de la temporada podrían difundirse anuncios publicitarios.

En cuanto a la televisión, también hay conversaciones.

Del lado de las entradas, la temporada comenzó con un partido a estadio repleto en Buffalo (1.800 espectadores), norte del estado de Nueva York.

El público es una mezcla atípica de apasionados del hockey y neófitos.

"Nunca había asistido a un partido profesional de ningún deporte. Nunca había tenido la ocasión", explica Laurine Lewis, que vive en Brooklyn.

"Los billetes para un partido de los Rangers (uno de los dos equipos profesionales masculinos de Nueva York) son bastante caros. Aquí cuestan 20 dólares", subraya.

"Una liga profesional femenina que empieza es demasiado tentador", afirma por su parte Angie Kanellopoulos, que tampoco había asistido a un partido profesional pero que viajó de todos modos tres horas por tierra desde Baltimore hasta Brooklyn.

Brad Bonner llevó a unas 30 jugadores de 10 a 16 años que entrena en Morristown, en Nueva jersey, estado vecino de Nueva York.

"Es muy importante que vean jugar a las chicas", dice.

El hockey es el único deporte colectivo que ha registrado un aumento del número de jugadores entre los jóvenes estadounidenses desde 2009 (+44%), según un reciente estudio de Sports & Fitness Industry Association.

Las dos medallas de plata de Estados Unidos en los Juegos Olímpicos de 2010 y 2014 ayudaron a la causa.

Las jugadoras de la NWHL asumen por completo su papel de embajadoras del hockey femenino, posando para fotografías con los espectadores y firmando autógrafos.

"Es la primera vez que despertamos interés, que la gente viene a apoyarnos. y la primera ocasión también en Estados Unidos de ser profesionales y recibir un salario. Es algo grande", se entusiasma Madison Packer, atacante de Nueva York.

Ya existía un campeonato norteamericano entre Estados Unidos y Canadá, pero no era profesional. Esta liga ha sufrido una ola de deserciones con la creación de la NWHL.

En Europa, dos torneos son profesionales, en Rusia y en Suiza.

tu-mar/ol

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