El jugador del Atlético Filipe, "un deportivista más", vuelve a Riazor con su ex equipo en apuros

  • La Coruña.- El brasileño Filipe Luis, lateral izquierdo del Atlético de Madrid, regresará el sábado al estadio de Riazor con uno de sus ex equipos, el Deportivo, en apuros y con el corazón dividido porque hace unos meses, cuando se despidió del conjunto coruñés, declaró ser "un deportivista más".

El jugador del Atlético Filipe, "un deportivista más", vuelve a Riazor con su ex equipo en apuros
El jugador del Atlético Filipe, "un deportivista más", vuelve a Riazor con su ex equipo en apuros

La Coruña.- El brasileño Filipe Luis, lateral izquierdo del Atlético de Madrid, regresará el sábado al estadio de Riazor con uno de sus ex equipos, el Deportivo, en apuros y con el corazón dividido porque hace unos meses, cuando se despidió del conjunto coruñés, declaró ser "un deportivista más".

Nueve meses después de su traspaso al Atlético de Madrid por doce millones de euros, el Deportivo mantiene una herida abierta en el lateral izquierdo, por el que han pasado los dos jugadores incorporados para suplirle, el paraguayo Claudio Morel y el noruego Knut Olav Rindaroy, y dos laterales derechos: Manuel Pablo García y el canterano Diego Seoane.

Morel ha recuperado la titularidad en las últimas jornadas, Rindaroy se ha quedado sin ficha en el mercado invernal, Miguel Ángel Lotina ha cambiado de sistema en varias oportunidades y el hueco que dejó Filipe sigue sin taparse.

Al brasileño se le echa de menos en La Coruña por su fútbol y por su carisma, que conectó con la afición deportivista, de la que se despidió con una carta abierta en la que juró amor eterno al Deportivo y dejó promesas para el futuro cuando fichó por el Atlético, un año después de que se frustrara su traspaso al Barcelona.

"El Deportivo y la ciudad de A Coruña ocupan ya un lugar en mi corazón, pero que sepáis que os vais a cansar de verme cuando me retire, porque viviré aquí, y ojalá pueda volver a formar parte del Dépor de alguna forma en el futuro. Allá donde esté seré un deportivista más", afirmó en su despedida del equipo blanquiazul.

No se ha olvidado de su ex equipo, porque cuando el Deportivo estuvo por primera vez con la soga al cuello esta temporada y Lotina se jugaba su puesto al frente del banquillo a finales de octubre, mandó un mensaje de animo al móvil de su ex entrenador.

El Deportivo posterior a Filipe había estado ocho jornadas sin ganar, despertó en la novena, ante el Espanyol, con una goleada (3-0) y llegó al reencuentro con el brasileño en el Calderón con tres victorias más y un empate en cinco encuentros.

Perdió con el Atlético (2-0) en una temporada de altibajos, en la que ha coqueteado, y lo sigue haciendo, con los puestos peligrosos de la clasificación y en la que todavía tiene que hacer deberes en las últimas cinco jornadas (tiene 38 puntos).

Filipe, que se encontrará con su equipo en problemas después de la derrota ante el Hércules (1-0), que le ha acercado nuevamente a los puestos de descenso a Segunda, reconoció en las últimas horas en la red social 'Twitter' que tiene "muchísimas ganas de volver a Riazor".

"Vaya años más buenos", agregó que el lateral que se conforma con que no le "piten" en su regreso a Riazor, su casa desde la temporada 2006-07 y hasta el 25 de julio de 2010.

Filipe, que llegó al club a las órdenes de Joaquín Caparrós y con la recomendación de Álvaro Arbeloa, con el que había coincidido en el Real Madrid Castilla, fue un hijo para Lotina y un ídolo para la afición.

Creció como jugador, primero a la sombra del internacional español Joan Capdevila, y progresó de la mano de Lotina, que le convirtió en un gran lateral después de un inicio de relación difícil porque el brasileño comenzó la pretemporada con unos cuantos kilos de más.

En el Deportivo tuvo su lesión más grave, una fractura de peroné que se produjo en la acción en la que marcó su gol más triste, el 23 de enero de 2010 ante el Athletic de Bilbao, en el que el portero del conjunto de Bilbao Gorka Iraizoz cayó accidentalmente encima de su pierna de apoyo, la derecha.

"Es el golpe más grande que me ha dado el fútbol en los últimos años. Ha habido más lesiones y seguramente no sea justo por mi parte, pero Filipe es como un hijo para mí y no se lo merecía. No se lo merecía", se lamentó Lotina entonces.

Durante su baja, al Deportivo prácticamente se le olvidó ganar y firmó la peor racha de su historia en Primera: once partidos consecutivos sin conseguir la victoria.

Se rompió con la vuelta del brasileño, al que le bastaron un par de minutos en el campo ante el Mallorca, en el ecuador de la segunda parte, para tocar un balón, pasárselo a Valerón y participar en la jugada que Riki culminó en el área para volver a conseguir el triunfo ante el Mallorca en su último partido como deportivista en Riazor, a donde regresa el sábado como rojiblanco.

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