El jugador del Barcelona Ricky Rubio cree que es culpa del base no controlar el ritmo del partido

Vila-seca (Tarragona).- El base titular del FC Barcelona, Ricky Rubio, ha reconocido hoy su mal juego en el partido de ayer de cuartos de final de la Euroliga que el Regal Barça perdió contra el Real Madrid (63-70), y ha dicho que el equipo no controló nunca el ritmo del partido por "culpa del base".

El Regal Barça perdió ayer contra el Real Madrid el segundo partido de la eliminatoria de cuartos de final de la Euroliga, lo que deja la serie en empate a uno. Ricky, al igual que en el primer encuentro, tuvo una floja actuación, como también le ha pasado en lo que llevamos de enfrentamiento a Juan Carlos Navarro.

El elegido mejor jugador sub'20 de Europa en tres ocasiones ha visitado hoy PortAventura en su jornada de inauguración, se ha fotografiado con seguidores y con las mascotas del parque, y se ha subido al Furious Baco, una montaña rusa que acelera de 0 a 135 kilómetros por hora en tres segundos.

Luego, en rueda de prensa, Ricky ha afirmado que la de ayer en el Palau Blaugrana fue una derrota "bastante dura", ya que el equipo se había planteado "no perder ningún partido en casa".

"Ellos jugaron muy serios y no nos dejaron entrar en el partido. Ahora sólo pensamos en el tercer partido, que será una final, y en recuperar el factor pista", ha indicado Ricard Rubio, para quien el Barça tiene "bastantes cosas que mejorar", especialmente en defensa, donde deberán ser "más agresivos" para que el ataque sea "más fluido" y puedan correr.

"Estuvimos sin ritmo y no entramos nunca en el partido. Tenemos que confiar en nosotros y en que podemos ganar y, si hacemos las cosas bien, en Madrid tendremos nuestra oportunidad", ha confesado el 9 del Barça, que no se encontró ayer en la pista y no pudo "ayudar al equipo".

"No controlamos el ritmo por culpa del base. Tenemos que aprender de los errores", ha señalado Ricky, que ha dejado claro que no está "contento" y ha defendido a un también desacertado "La Bomba" Navarro, porque es "el mejor escolta de Europa".

"No ha estado acertado, pero es nuestro líder y ayuda mucho al equipo atrayendo a las defensas y creando espacios. Además, no se esconde nunca", ha explicado Ricky, para quien el Barça no es que tuviera "miedo a perder", sino que erró al principio al querer ganar enseguida.

"Estos son partidos de 40 minutos donde hay que luchar cada pelota y si al principio sales con ansiedad por anotar y fallas, te encallas, aunque tenemos experiencia", ha dicho Ricky, que visitó PortAventura por primera vez "con 8 o 9 años" con sus padres y que cada verano acude con los amigos para "pasar un buen rato".