Noche de meritorios en el Bernabéu. De un lado y de otro. Partido racheado, con momentos de aparente comodidad para el Real Madrid, pero con sustos esporádicos del Espanyol, que no se rindió en ningún momento pese a encontrarse en un escenario donde acumula ya casi un cuarto de siglo sin ganar. Lo intentaron los pericos y contestaron con buenas sensaciones en general los locales que recibieron su oportunidad. Al final, un solitario gol de Marco Asensio fue suficiente para el Madrid para sumar tres puntos y anotarse la cuarta victoria en cinco partidos.
Tras el estreno de la Liga de Campeones, y con una nueva jornada de LaLiga a pocos días vista (habrá partido entre semana), el entrenador del Real Madrid, Julen Lopetegui, abrió la puerta de la titularidad a varios de los jugadores menos habituales y la respuesta fue discreta pero efectiva. Courtois de nuevo bajo palos, Odriozola y Nacho en los laterales, Ceballos por Kroos en el centro e Isco y Asensio juntos en el frente de ataque (en la alineación titular estándar solo cabe uno de los dos) dieron un aire de novedad a la alineación inicial. Y ya en la segunda parte, turno para el eléctrico Mariano y Lucas Vázquez y Marcos Llorente, tres canteranos de refresco. Noche de rotaciones, tres puntos y el Madrid que recupera el liderato a la espera de lo que haga el domingo el Barcelona en su casa frente al Girona.
Victoria ajustada y de mínimos frente al Espanyol, con la sensación de que el conjunto merengue sigue empeñado en demostrar que puede ser regular en la competición casera pese al empate de la semana pasada en San Mamés. Además, si las victorias vienen acompañadas de la respuesta de aquellos a los que se le cede el protagonismo, más calma en el vestuario blanco. Asensio abrió el marcador cerca del descanso para despejar algunas dudas en un primer periodo en el que los de la Ciudad Condal dominaron más de lo habitual a un Madrid como el de este año más controlador del juego. Hasta la ocasión más clara cayó del lado visitante, aunque Hernán Pérez fue demasiado tierno y lanzó al centro de la portería, donde el guardameta belga apenas tuvo que moverse para repeler el balón.
Hablando de despejar dudas: tuvo que ser el VAR el que validase el primer gol en liga del mallorquín, ya que el juez de línea señaló fuera de juego en la acción del delantero blanco. Pero el vídeo demostró que la posición del atacante era legal y, tras dos minutos de verificación, subió el tanto al marcador,
Nada más salir del vestuario en la segunda parte, Isco y Modric tuvieron dos buenas ocasiones en lo que pareció una salida clara del Madrid para cerrar el marcador. Sin embargo, el Espanyol resistió y el entrenador visitante desenredó el centro del campo que había hilado, demasiado poblado para sorprender al Madrid al contragolpe. Entraron Sergio García y Baptistao y por fin el nueve inicial, Borja Iglesias, pudo respirar e incluso mandó un balón al larguero.
Poco a poco, el Espanyol inquietaba con acercamientos bien armados y con los hombres recién incorporados al campo en vuelo libre por las bandas. Un libre directo que Granero estrelló en la barrera, algún córner y poca respuesta en los contragolpes blancos. Lopetegui no se quiso arriesgar y puso dobole pivote defensivo, con Casemiro y Llorente y el partido se fue muriendo sin un verdadero susto en el área blanca. Noche de meritorios y noche más bien funcionarial de todos ellos.
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