El Málaga, la enésima víctima española de un equipo alemán

  • El Málaga, derrotado en el último suspiro (3-2) por el Borussia de Dortmund en la vuelta de los cuartos de final de la Liga de Campeones, se añade a la lista de conjuntos españoles que han sido víctimas de equipos teutones en torneos europeos en circunstancias muy desgraciadas.

Juan José Lahuerta

Madrid, 9 abr.- El Málaga, derrotado en el último suspiro (3-2) por el Borussia de Dortmund en la vuelta de los cuartos de final de la Liga de Campeones, se añade a la lista de conjuntos españoles que han sido víctimas de equipos teutones en torneos europeos en circunstancias muy desgraciadas.

El club andaluz vivió en sus carnes una desgracia que otros han sufrido antes. El tanto del brasileño Felipe Santana en el minuto 93, precedido de otro de Marco Reus en el 91, sirvieron para dar la vuelta a una eliminatoria que empezó con empate a cero en el partido de ida.

La escena de los jugadores del Málaga tirados en el césped de Dortmund abatidos es casi idéntica a la de otra que mañana, miércoles, cumple cinco años. Curiosamente, el Getafe, en la Liga Europa, se topó hace un lustro con el Bayern de Múnich para acabar su paseo europeo de una manera similar.

Tras empatar 1-1 en la ida, el equipo que entonces dirigía Michael Laudrup protagonizó un partido de vuelta épico que acabó 3-3 después de una prórroga durísima en la que Luca Toni marcó dos goles en los minutos 118 y 120.

Lo hizo en el último momento, calcando la desgracia que hoy ha vivido el Málaga, donde juega Martín Demichelis. Hace cinco años, el argentino sonreía por el Coliseum cuando jugaba en el Bayern. La historia ha cerrado el círculo con él, pero de forma cruel.

Tampoco fue afortunado el destino para el Atlético de Madrid. En un partido aún más importante, la final de la Copa de Europa de 1974, el Bayern de Múnich se encargó de recordar a los madrileños que nunca hay que confiarse con un equipo alemán.

Luis Aragonés adelantó al Atlético en el minuto 113 de la prórroga. Durante seis minutos, el equipo rojiblanco era el campeón de Europa, pero Hans Schwarzenbeck, en el 119, a cuarenta segundos del final, empató el choque. Los penaltis no existían y el Bayern ganó 4-0 en el encuentro de desempate.

El Valencia tampoco se libra de la mal fario germano. No pasó por unos minutos desgraciados, pero sí sufrió una derrota amarga en la final de la Liga de Campeones de 2001 que perdió contra el Bayern de Múnich en la tanda de penaltis.

Y la Real Sociedad, contra el Hamburgo, en las semifinales de 1983, tampoco se libró. Después de empatar 1-1 en el antiguo estadio de Atocha, viajó a la ciudad alemana para intentar conseguir un pase histórico a la final. Con el partido empatado a un gol, en el minuto 84, un jugador de nombre Von Heesen marcó el 2-1 en posible fuera de juego para acabar con el sueño donostiarra.

Nunca hay que fiarse de un club germano. Siempre hay que esperar hasta el pitido final antes de poder cantar victoria. Ya lo dijo Gary Lineker, un delantero que definió a la perfección cuál es el espíritu de un partido de fútbol ante equipos alemanes: "El fútbol es un deporte que inventaron los ingleses, juegan once contra once, y siempre gana Alemania", dijo hace décadas. El tiempo pasa y las cosas parecen no cambiar.

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