El mensaje de tranquilidad se torna en preocupación y compromiso

  • La derrota en La Romareda ha encendido las alarmas en Osasuna y, con un punto de los quince posibles en las cinco primeras jornadas, el mensaje de tranquilidad que lanzaba el club antes del traspié en Zaragoza se ha tornado en preocupación en una plantilla y un cuerpo técnico no obstante comprometidos y unidos.

Fermín Zariquiegui

Pamplona, 23 sep.- La derrota en La Romareda ha encendido las alarmas en Osasuna y, con un punto de los quince posibles en las cinco primeras jornadas, el mensaje de tranquilidad que lanzaba el club antes del traspié en Zaragoza se ha tornado en preocupación en una plantilla y un cuerpo técnico no obstante comprometidos y unidos.

Así lo ha expresado el encargado de dar la cara hoy tras el entrenamiento en Tajonar, el canterano Oier Sanjurjo, quien ha destacado la unidad en el equipo y la necesidad de reaccionar de inmediato, desde la autocrítica de cada uno, para no complicarse la permanencia en la decimotercera temporada seguida en la élite.

Las tres primeras derrotas, ante el Deportivo y el Celta fuera y frente al Barcelona en casa, siempre habían encontrado una excusa dentro de la plantilla 'rojilla', incluidos fallos individuales, errores arbitrales y expulsiones, pero los 'regalos' en La Romareda han supuesto un punto de inflexión que obliga a cambiar el discurso.

El entrenador osasunista, José Luis Mendilibar, tardó más de lo acostumbrado en comparecer ante los periodistas al término del partido en Zaragoza.

El técnico vizcaíno habló con los jugadores para mostrarles su preocupación por la situación de Osasuna, también una decepción que hizo pública en una rueda de prensa en la que sorprendió al aseverar que ahora mismo no están "para competir en Primera" y que son un equipo "con poca personalidad".

La plantilla, según ha señalado Oier, asegura que coincide con las apreciaciones del entrenador y admite ya que los errores de este comienzo de campeonato no son casuales, sino que obedecen a unas causas que deben corregir de inmediato.

Los "regalos" le han costado caro a Osasuna en este arranque, además ante rivales directos (Deportivo, Celta y Zaragoza) que, pensando a largo plazo, prácticamente les garantizan tener el coeficiente de goles particular ganado respecto a los 'rojillos' al ganar por dos tantos.

En crisis de resultados la afición empieza a cuestionar la remodelación de la plantilla para ajustar las fichas, lo que provocó que causaran baja muchos jugadores importantes de la pasada campaña, aunque se aventura demasiado pronto para calibrar las opciones del equipo, máxime cuando Mendilibar ha tenido muchas ausencias por expulsiones y lesiones.

Este comienzo liguero, con un punto de los quince posibles, es el peor en la última etapa de Osasuna desde el ascenso del año 2000, aunque los 'rojillos', acostumbrados a sufrir en la categoría, se salvaron de arranques similares, en la temporada 2008/09 y 2010/11 (4 puntos) y en la 2002/03 (2 puntos).

Eso sí, la última vez que Osasuna comenzó la Liga con un punto en cinco jornadas supuso el último descenso a Segunda, en la temporada 1993/94.

La visita el domingo del Levante a Pamplona se presenta ya como una final para Osasuna, al que le urge ganar en consistencia defensiva y en capacidad goleadora, aunque sabía que perdía el 68 por ciento de los goles de la pasada temporada con las bajas de Raúl García, Ibrahima Balde, Javad Nekounam, Dejan Lekic, Roversio Rodrigues y Sergio Fernández.

Mostrar comentarios