El mito de Los Lagos debutó con el resurgir de la Vuelta

  • En la búsqueda de incrementar la atención, la Vuelta busca cada año alguna innovación destacada, como en este 2014 la salida en Cádiz desde el portaaviones Juan Carlos I, insignia de la Armada española, o La Camperona leonesa, mientras otros logran perdurar en el tiempo como Los Lagos de Covadonga.

José Luis Sorolla

Lagos de Covadonga (Asturias), 7 sep.- En la búsqueda de incrementar la atención, la Vuelta busca cada año alguna innovación destacada, como en este 2014 la salida en Cádiz desde el portaaviones Juan Carlos I, insignia de la Armada española, o La Camperona leonesa, mientras otros logran perdurar en el tiempo como Los Lagos de Covadonga.

La Vuelta en 1983 estaba huérfana de casi todo y había estado a punto de desaparecer, pero la presencia del campeón francés Bernard Hinault en la salida y que terminó ganando, así como la presencia de un buen número de ciclistas españoles emergentes unidos en la lucha por la victoria final la ayudó a despegar.

En esa trigésima octava edición se incluía la inédita ascensión a Los Lagos de Enol y la Ercina, en la decimotercera etapa con salida en la palentina Aguilar de Campoo, de donde era otro de los aspirantes al triunfo final, Alberto Fernández, quien falleció al año siguiente en un accidente de tráfico.

Una subida de doce kilómetros, que partía desde la cuna de la Reconquista, Covadonga, y con rampas largas que en aquel momento a duras penas se encontraban en puertos españoles transitables como las de "la Huesera" y el mirador de la Reina siempre por encima del 13 por ciento.

El organizador de la zona, Ramón Cué, la conocía a la perfección y el entonces director técnico Ramón Mendiburu, tras conocerla in situ, decidió incluirla. Pero no todo fueron días de vino y rosas, ya que también hubo controversias, finalmente superadas, por la condición de parque natural de la zona y el masivo acceso de vehículos.

La pelea final en el abulense puerto de Serranillos entre Hinault y un joven Julián Gorospe por el entonces jersey amarillo, con un pelotón de partida de un centenar de corredores, poco más de la mitad con que lo hizo en Jerez de la Frontera con 198 unidades, supuso el despegue de la carrera.

El triunfo de Marino Lejarreta en los posteriormente conocidos como Lagos de Covadonga abrió el palmarés de una cima que en las treinta y cuatro últimas ediciones ya se ha convertido en el final en alto más visitado.

El 'junco de Berriz' inauguró un final en alto que con el paso de los años se ha convertido en el más visitado por la Vuelta con mucha diferencia. De hecho, de los que le siguen, Sierra Nevada suma una docena de veces y el resto se quedan por debajo de la decena y los Lagos alcanzarán la veintena en la próxima vez que sea incluido en el itinerario de la Vuelta.

El espaldarazo a la subida asturiana se lo dio las declaraciones del respetado Hinault cuando comparó sus rampas con las de una cima mítica en el Tour de Francia, la estación invernal alpina de Alpe d'Huez. Además su apellido ofreció un gran juego mediático y los Lagos de Enol terminaron denominándose de manera extraoficial durante un tiempo como Lagos de 'Hinault'.

Diecinueve veces han afrontado los ciclistas las rampas que nacen de la ascensión que tienen la gruta de la 'Santina' y el Santuario de Covadonga al fondo.

En su meta solo tres ciclistas, ambos ganadores de la Vuelta, han sido capaces de levantar los brazos como triunfadores en más de una ocasión, el colombiano Lucho Herrera en 1987 y 1991, el segoviano Perico Delgado en 1985 y 1992 y el francés Laurent Jalabert consecutivamente en 1994 y 1996. Los otros trece únicamente han vencido en una ocasión.

Además de los citados, en su cima han vencido: el alemán Reimund Dietzen (1984); el inglés Robert Millar (1986); el colombiano Oliverio Rincón (1993); y los rusos Pavel Tonkov (1997), Andrei Zintchenko (2000) y Vladimir Efimkin (2007).

Los ciclistas españoles, con ocho triunfos, son los que más veces se han impuesto en esta cima: Álvaro Pino (1989), Juanmi Mercado (2001), Eladio Jiménez (2005), Carlos Barredo (2010) y el único que sigue en activo y podía haber repetido, Antonio Piedra (2012).

Antes de arrancar la etapa, el andaluz Antonio Piedra, que sigue defendiendo los colores del Caja Rural con los que venció en 2012, reconocía las buenas vibraciones que le transmitía el recuerdo de su histórica victoria. "Tengo muy buenos recuerdos, pero es superdifícil repetir, pero también se puede soñar". El sueño cumplido hoy ha sido para el polaco Przemyslaw Niemiec (Lampre-Mérida).

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