El murciélago valencianista, sin alas, no muerde

  • El Valencia se complicó la vida en la Champions con un empate (1-1) en Mestalla ante el Schalke que le obliga a jugarse el todo por el todo en Alemania. Unay Emery sorprendió con una alineación con dos delanteros, pero sin jugadores de banda, lo que facilitó en parte la labor de la defensa germana.
Magath: "Raúl ha demostrado que no ha perdido la clase que siempre ha tenido"
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Jorge Ramírez Orsikowsky

Cada vez quedan menos extremos puros en el fútbol, y cada vez menos entrenadores cuentan con ellos. La primera sentencia no debería aplicarse al Valencia porque tiene dos futbolistas, Joaquín y Vicente, cuyo hábitat es la banda. Sin embargo, Emery, fiel al segundo enunciado, dejó a ambos en el banquillo y sólo recurrió a ellos cuando Raúl marcó y devolvió las tablas al marcador.

La alineación del Valencia, a priori, no podía decirse que fuera defensiva porque contaba con futbolistas como Banega y Tino Costa, el Chori Domínguez y, sobre todo, Aduriz y Soldado, una pareja de arietes. Con los tres primeros, más la presencia de Topal, un futbolista de brega, dominó el centro del campo. Sin embargo, tenía un punto débil: la ausencia de un jugador de banda que pusiera balones a los dos atacantes. El equipo jugó sin alas y Soldado y Aduriz echaron en falta esos balones desde la cal de la banda.

El Valencia controló el juego en la primera mitad, pero apenas chutó a puerta con peligro. Además del gol de Soldado, un buen tanto y que llegó por la banda tras un centro del lateral Mathieu, las estadísticas hablan de tres disparos a puerta y tres que no acabaron entre los tres postes. Pero Neuer apenas tuvo que demostrar sus cualidades.Tras el descanso, dos disparos fuera, uno de ellos de Banega que olió a gol, y un remate a puerta en 20 minutos. Para entonces, Guaita ya estaba salvando a su equipo, pero no pudo hacer nada en el gol de Raúl.

Emery se acuerda de Vicente y Joaquín

Fue marcar el ex madridista y recordar el entrenador del Valencia que tenía hombres que podían hacer mucho daño a la zaga del Schalke, formada por hombres de elevada estatura: Metzelder mide 1,93 metros; Howedes, 1,87 m; el lateral izquierdo Schmitz, 1,84. Sólo el derecho, Uchida, era de altura media (1,76 metros).Los centrales se encontraron bastante cómodos luchando contra Soldado y Aduriz, buscando el choque cuando las circunstancias lo permitían. Joaquín y Vicente, las alas del equipo y del murciélago del escudo del Valencia, tenían la tarea de cambiar el guión del encuentro.

Sin embargo, con un partido que ya estaba roto, y un rival que estaba crecido y olía la sangre y la posibilidad de ganar, Joaquín y Vicente sólo dejaron pinceladas. Un par de arrancadas de cada uno de ellos y poco más. Es cierto que los dos futbolistas están lejos de su mejor momento, aunque el andaluz marcase dos goles en el Calderón el último fin de semana, pero quizá hubiera sido aconsejable la presencia de al menos uno de ellos para intentar desequilibrar el partido y buscar las cosquillas a un rival que, con menos fútbol, convirtió a Guaita en una de las figuras del partido. El Schalke vuelve a Alemania con un magnífico resultado. ¿Qué hará allí Emery?

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