El nuevo barcelonismo pide paso

Existe en buena parte de la masa social barcelonista una extraña sensación que viven, especialmente, los culés de largo recorrido que han padecido el agrio sabor de la derrota durante mucho años y que no acaban de calibrar de dónde surge tanta pasión desbordada hacia su equipo.

El Barcelona se encuentra a las puertas de jugar su séptima final del trofeo más preciado en Europa, la Liga de Campeones. Cuenta con un marcador adverso, que es el que arrastra de un mal partido en San Siro hace una semana contra el Inter (3-1), pero a cambio le acompaña una desbordada e incalculable pasión de sus aficionados como nunca antes se había manifestado.

Tiene mucho que ver este novedoso panorama en el Barça con dos aspectos que van ligados de la mano: por una parte, el marco comunicativo que permite Internet y las redes sociales que suman adeptos a cualquier causa y, especialmente, el espíritu que ha instaurado Pep Guardiola tanto en su equipo como en todo el entorno.

Pep Guardiola, barcelonista de nacimiento, se ha erigido en un verdadero gurú para la mayoría de los culés, especialmente los jóvenes, al haber sabido interpretar casi a la perfección cómo dominar la desafección que a veces sufría la entidad por parte de sus propios seguidores y cómo estimular el aliento hacia el equipo azulgrana.

Además, y ligado también a los buenos años del Barça de Frank Rijkaard y de Ronaldinho, además de las temporadas de Johan Cruyff como técnico y las de Louis van Gaal, esta masa 'casada' con la victoria desde hace años no sólo pretende abandonar poses derrotistas, sino que se ha marcado afrontar los retos con un espíritu mucho más optimista.

Es aquí donde se manifiesta el choque cultural entre dos maneras de entender el barcelonismo dentro de la misma entidad: el que se expresa sin complejos y que cree sin remilgos que su equipo puede pasar y que pasará la eliminatoria ante el Inter, y el tradicional, más anclado en el pesimismo y al que cuesta visualizar un éxito.

De este recorrido junto a un equipo al que han visto ganar tres Ligas de Campeones, nueve Ligas y otros tantos títulos de elevado reconocimiento en los últimos veinte años, miles de barcelonista de corta edad no entiende de pesimismo y reclaman liderar no sólo el discurso sino también el espíritu de su entidad.

No es de extrañar, así, que una de las plataformas más activas de las redes sociales como es Facebook vaya repleta estos últimos días de grupos de jóvenes aficionados que sólo contemplan la remontada en el choque ante el Inter de Milán y, en consecuencia, la clasificación para la final de Madrid el 22 de mayo.

Ha sido a través de Facebook que se ha puesto en marcha una caravana de motocicletas para acompañar al equipo de Guardiola desde el hotel de concentración en la montaña del Tibidabo hasta el Camp Nou, acto que ha despertado algún temor en el consistorio de Barcelona por el caos que puede generar este acompañamiento.

No sólo esta nueva atmósfera juvenil se manifiesta en el apoyo al Barcelona futbolístico. Con vistas a las elecciones al Barcelona, han aparecido plataformas de jóvenes socios barcelonistas que reclaman un espacio y atención. Así, ya está en la parrilla de precandidatos el joven empresario Alexis Plaza.

Pero no sólo este joven de 27 años ha dado ya este paso, algunas plataformas muy activas y con miles de adeptos en Internet, como 'Èxit Blaugrana' ('Éxito Blaugrana'), también reclaman atención para convertirse en 'lobby' y presionar a los candidatos para que ajusten sus programas a los intereses de los jóvenes.

Recientemente, otra plataforma de jóvenes abogados, en torno al colectivo 'Tots som Barça' ('Todos somos Barça'), también busca al margen de las elecciones posicionar la voz de los barcelonistas más jóvenes en la agenda del periodo electoral.

Tradicionalmente, en partidos de máxima expectación, los medios deportivos de la Ciudad Condal eran los que impulsaban acciones favorable para motivar a los aficionados, con la complicidad desde hace años del propio club.

No obstante, desde la aparición de las redes sociales, y tras el exitoso año del Barça de Guardiola, que ganó seis copas (Liga de Campeones, Liga, Copa del Rey, Supercopas de España y Europa y Mundial de Clubes), los canales habituales de animación han cedido mucho de su protagonismo a la espontaneidad que se da en la red social.