El nuevo descalabro de Peterhansel y BMW

  • Copiapó (Chile).- El francés Stéphane Peterhansel sufrió un nuevo descalabro en el Dakar 2011 y quedó apeado de la batalla por el título, fracaso que se suma al del resto de pilotos del equipo BMW X-Raid, que no pudo eclipsar el poderío de los Volkswagen Touareg.

Sainz se atasca en las dunas y pierde liderato en autos; Coma vuela en motos
Sainz se atasca en las dunas y pierde liderato en autos; Coma vuela en motos

Copiapó (Chile).- El francés Stéphane Peterhansel sufrió un nuevo descalabro en el Dakar 2011 y quedó apeado de la batalla por el título, fracaso que se suma al del resto de pilotos del equipo BMW X-Raid, que no pudo eclipsar el poderío de los Volkswagen Touareg.

El galo, nueve veces ganador del Dakar en dos y cuatro ruedas, sufrió varios pinchazos, como viene siendo habitual este año, y además tuvo serios problemas por el recalentamiento del motor de su auto.

"No nos ha quedado otra que reparar el ventilador y después nos hemos tenido que parar con frecuencia para añadir agua al radiador", explicó Peterhansel.

Entre una cosa y la otra, 'Monsieur Dakar' cedió más de una hora con el español Carlos Sainz y el qatarí Nasser Al Attiyah, nuevo líder de la carrera, y además se vio relegado a la cuarta posición en la general.

"Ya no teníamos margen. No es que hayamos perdido minutos, hemos perdido horas", lamentó el galo.

Los pinchazos han sido una cruz para Peterhansel en este Dakar. En nueve etapas ha sufrido una decena de reventones y en más de una jornada se ha quedado sin ruedas de repuesto.

"Para no perder las buenas costumbres, hemos sufrido un pinchazo al principio de la especial", dijo hoy con ironía, aunque en el transcurso de la etapa reventó dos gomas más.

Aunque Peterhansel se atribuyó la responsabilidad de los pinchazos y dijo que andaba demasiado rápido en los terrenos pedregosos, algunos mecánicos del campamento sostienen que la configuración de las suspensiones también tienen algo que ver en el asunto.

A estas alturas de la carrera, como sucedió el año pasado, ninguno de los pilotos del equipo BMW X-Raid tiene alguna posibilidad de llevarse el Dakar, y los cuatro Volkswagen están entre los cinco primeros clasificados.

El caso más sonado es el del galo Guerlain Chicherit, que se presentó en el Dakar al volante de un espectacular prototipo del Mini que, además tener un aspecto fantástico, en la marca alemana aseguraban que corría como un rayo.

Las cosas no empezaron según lo previsto y en la primera etapa Chicherit cedió casi una hora por problemas en los frenos de su automóvil.

Completó discretamente las siguientes jornadas hasta la etapa de descanso en Arica, donde llegó en la novena plaza de la general y sin opciones a luchar por el título.

Chicherit y sus mecánicos aprovecharon el día de descanso para hacer algunas modificaciones en el Mini Countryman y ponerlo a punto para la segunda mitad del rally.

El piloto y su jefe de mecánicos salieron a los alrededores del campamento para dar una vuelta y probar el coche con los arreglos realizados cuando, en un cambio de rasante, Chicherit perdió el control de la máquina y dio tres vueltas de campana.

El galo, que no llevaba casco, terminó con una brecha en la cabeza, pero la peor parte se la llevó el Mini, que quedó prácticamente inutilizable.

Sven Quandt, director del equipo X-Raid, se vio obligado a anunciar la retirada del piloto debido al poco tiempo con el que contaban para repararlo y a la ausencia de algunos neumáticos.

El ruso Leonid Novitskiy abandonó, lo mismo que hizo el argentino Orlando Terranova, que en la séptima etapa se pegó un trompazo y dio tres vueltas de campana.

Siguen en carrera el polaco Krzysztof Holowczyc y el portugués Ricardo Leal, que marchan sexto y séptimo sin posibilidades de alcanzar al grupo de arriba.

Un año más, el Dakar se tiñe del color azul de los Volkswagen.

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