El Príncipe a Olazábal: "Gracias maestro, y no solo por serlo del golf"

  • El Príncipe de Asturias quiso glosar hoy la valía tanto deportiva como humana de José María Olazábal cuando en su discurso de la entrega de los premios que llevan su nombre le dijo "Gracias maestro, y no solo por serlo del golf".

Javier Muñoz

Oviedo, 25 oct.- El Príncipe de Asturias quiso glosar hoy la valía tanto deportiva como humana de José María Olazábal cuando en su discurso de la entrega de los premios que llevan su nombre le dijo "Gracias maestro, y no solo por serlo del golf".

Visiblemente emocionado, minutos antes el jugador nacido en Hondarribia en 1966 había recibido el Premio de los Deportes de manos del heredero de la Corona española y tuvo el detalle de lanzar un simbólico golpe de golf desde el escenario mientras el público le ovacionaba en el teatro Campoamor de Oviedo.

Las lágrimas también estuvieron a punto de asomar en el rostro de Olazábal cuando Felipe de Borbón se refirió al otro gran golfista español de la historia, Severiano Ballesteros, con el que siempre mantuvo una gran relación deportiva y afectiva.

"Recordamos esta tarde con especial emoción, como sabemos que hace él, a Severiano Ballesteros. Ballesteros fue compañero, amigo y maestro de Olazábal, quien, tras conocer el fallo del jurado, declaró lo orgulloso que se siente de unirse esta tarde a la nómina de premiados, precisamente por estar en ella su también admirado y querido Seve desde 1989".

El Príncipe añadió en su mención al golfista vasco que sus "triunfos deportivos en los campos de golf más importantes del mundo tuvieron un momento culminante en la Ryder Cup de 2012. Entonces capitaneó el equipo europeo con una capacidad extraordinaria de liderazgo y motivación".

"Esos triunfos son consecuencia de muchos años de esfuerzo e ilusiones; y también -sabemos- de mucho sufrimiento, superado con un espíritu de sacrificio y una fuerza de voluntad que forman parte del conjunto de cualidades que todos reconocemos en él", continuó el Príncipe.

Felipe de Borbón concluyó su referencia en el discurso al doble campeón del Masters de Augusta con una sentida alabanza. "Es, pues, Olazábal un modelo de deportista total al que hoy felicitamos por sus trofeos y, sobre todo, por la entrega, por la constancia y por la fortaleza demostradas. Gracias, maestro, y no solo por serlo del golf".

Olazábal, segundo golfista que recibe el Premio Príncipe de Asturias de los Deportes, tras Severiano Ballesteros, es uno de los grandes de este deporte en la historia con una larga lista de triunfos.

A los dos títulos del Masters de Augusta (1994 y 1999) se suman cuatro victorias en la Ryder Cup, competición en la que, ya como capitán, condujo en 2012 al equipo europeo a una victoria épica tras una remontada inolvidable y a la que el Príncipe hizo hoy mención.

Hijo Predilecto de Hondarribia, Olazábal posee la Medalla de Oro al Mérito Deportivo concedida en 1997 y en 2009 fue elegido miembro del prestigioso Salón de la Fama del Golf.

El acta del jurado destacaba en los fundamentos de su elección su "larga y brillante carrera, una capacidad de superación encomiable, un talante competitivo y unas cualidades humanas admiradas por todos".

Orgulloso y agradecido afirmó sentirse el golfista guipuzcoano el pasado martes durante la rueda de prensa con la que inició su agenda de actividades en Asturias, en la que reveló la "gran responsabilidad" que le supone tomar el relevo de Ballesteros, para "seguir sus pasos y mantener su espíritu".

Además, en la jornada del martes, el premio Príncipe de Asturias de los Deportes 2013 participó en dos actos celebrados en Avilés consistentes en un encuentro sobre motivación y liderazgo ante un público compuesto por empresarios, políticos y sindicalistas y en las finales del Campeonato Mini Golf de la ciudad.

Dos 'clinic' de golf, uno el miércoles en el campo de La Barganiza, en el municipio de Siero, y otro el jueves en Castiello, en Gijón, ambos con jugadores de distintos clubes asturianos han marcado su estancia en Asturias, culminada hoy al recibir el galardón.

La anécdota en el discurso hoy del Príncipe se produjo precisamente cuando se refería a Olazabal y le falló el sistema de lectura 'teleprompter', por lo que se produjo un silencio durante unos segundos que parecieron interminables, pero el heredero de la Corona prosiguió su intervención con total naturalidad.

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