El PSG se estanca

Luis Miguel Pascual

París, 19 nov.- El multimillonario proyecto catarí del París Saint-Germain ha entrado en barrena, con dos derrotas consecutivas en su estadio y un empate en el del Montpellier que le han apeado de la primera posición de la liga francesa.

El técnico italiano, Carlo Ancelotti, no dudó en reconocer que el equipo ha entrado en una crisis, aunque se apresuró a asegurar que se ve capacitado para encontrar la salida.

El PSG escuchó los silbidos de sus aficionados el pasado sábado tras haber sufrido la segunda derrota consecutiva en su estadio contra el Rennes por 1-2 y eso que los parisienses jugaron media hora con dos hombres más que sus rivales.

Era la segunda derrota consecutiva en el Parque de los Príncipes y el tercer partido que sumaban sin triunfo. Una racha que coincide con el tiempo en el que el PSG ha tenido que prescindir de su estrella Zlatan Ibrahimovic, sancionado por una dura entrada al portero del Saint-Etienne.

Curiosamente, con el sueco en el campo, el equipo se ha mostrado más sólido y eficaz. En la Liga de Campeones, donde la sanción no tiene efecto, el atacante se sacó de la manga cuatro asistencias que sirvieron para vencer por 4-0 al Dinamo de Zagreb.

La situación es suficientemente grave como para que se pongan encima de la mesa todas las dudas. Comenzando por la excesiva dependencia de Ibra, autor de 10 de los 19 tantos que lleva el equipo.

Detrás de esa dependencia se esconde la ineficacia de los otros jugadores, incapaces de ganar sin el sueco, pero también un exceso de individualismo que debilita el juego de conjunto.

Los propietarios cataríes del PSG gastaron este verano 150 millones de euros para crear un equipo noble en Europa a las órdenes de Ancelotti, pero por el momento no ven más que un conjunto de estrellas descosido.

De todo el elenco, solo Ibrahimovic parece estar respondiendo a las expectativas creadas, mientras el resto están muy por debajo de lo que promete la etiqueta del precio que cuelga de sus traspasos.

En primera línea se encuentra el argentino Javier Pastore, adquirido por 42 millones de euros y cuyo rendimiento está siendo muy bajo.

El argentino de 23 años pesa muy poco en el equipo, apenas deja entrever su calidad e, incluso, ya no tiene asegurada su plaza de titular. Además, es el blanco de las más ácidas críticas de la grada y de la prensa.

Otro jugador muy criticado es el francés Jéremy Ménez, considerado como una de las perlas del fútbol galo a sus 25 años, pero al que los aficionados reprochan no sudar demasiado la camiseta.

En ese contexto, con un equipo poco trabajado y demasiado dependiente de Ibrahimovic, la continuidad de Ancelotti no está asegurada.

El técnico italiano, poseedor de un gran palmarés, llegó al club en diciembre pasado, en sustitución de Antoine Kombouaré, que abandonó el club cuando lideraba la tabla.

Ancelotti no remató la faena y se vio sobrepasado por un sorprendente y modesto Montpellier. En esta temporada no tiene excusa y todo lo que no sea ganar la liga sería considerado como un fracaso.

La prensa francesa asegura que en el Parque de los Príncipes circulan ya los nombres de posibles sustitutos, entre los que destacan tres nombres: José Mourinho, Arsene Wenger y Josep Guardiola. Pero parece muy complicado que ninguno de ellos esté dispuesto a tomar las riendas del PSG antes del final de la temporada.

En ese contexto, vista la descarada salud financiera del club, se multiplican los nombres de posibles fichajes para la apertura del mercado invernal.

El brasileño Lucas Moura está ya cerrado desde el pasado verano, por 40 millones de euros. Suenan también su compatriota Paulinho, del Corinthians, el italiano de la Roma Daniele de Rossi, o el centrocampista del Valencia Sofiane Feghouli.

Y no faltan nombres más conocidos, como los del inglés Ashley Cole o el atacante italiano del Manchester City Mario Balotelli.