El raquetista Monroy quiere dar a Bolivia su cuarta medalla panamericana

Javier Aliaga

La Paz, 13 oct.- El raquetista Ricardo Monroy quiere dar a Bolivia la cuarta medalla panamericana de su historia en los Juegos de Guadalajara, tras la presea de plata ganada por el país en La Habana 1991 y los dos bronces logrados en Santo Domingo 2003.

Monroy, soltero y de 35 años, nació en la ciudad oriental de Santa Cruz, donde hace veinte años descubrió una veta en el raquetbol, que le ha convertido en uno de los deportistas bolivianos en activo que más medallas y títulos internacionales ha conseguido.

Monroy, la punta de lanza del raquetbol boliviano, dijo en entrevista con Efe que, junto a sus compañeros de equipo, dos hombres y cuatro mujeres, se han propuesto entrar en el medallero de Guadalajara, y que no les importa el color de la presea.

"Tanto en individuales como en dobles, tenemos la opción de entrar entre los tres primeros, lo que ya sería mucho para el país", dijo Monroy, al recordar que Bolivia tiene un escaso palmarés en la historia de los Juegos Panamericanos.

La primera fue una presea de plata conseguida por William Arancibia en taekwondo en los Juegos de La Habana en 1991 y los dos bronces fueron logrados por el ciclista Benjamín Martínez en el kilómetro contrarreloj masculino y por la pareja integrada por Ana Núñez y Lizbeth Santos en la competición de dobles femeninos de raquetbol, ambos en Santo Domingo en 2003.

"Podemos pelear por una plata y tenemos posibilidades de conseguir un oro", remarcó Monroy que, pese a sus éxitos y logros internacionales, afronta el crónico problema de los deportistas bolivianos que casi siempre dependen de sus recursos y esfuerzos personales para prepararse, ante la falta de apoyo estatal.

"Lamentablemente no hemos tenido apoyo. No es una novedad, pero pensamos, sinceramente, que por la importancia del evento y suponiendo que somos los que tenemos más posibilidades de medallas, íbamos a tener algo de apoyo, pero no hemos tenido nada", apuntó.

Monroy y un grupo de raquetistas de ambos sexos han convertido a Bolivia en una potencia de la disciplina en medio de la permanente frustración deportiva del país, salvo los logros suramericanos conseguidos en su momento por la marchista Giovana Irusta.

Una de las razones por las que Bolivia es un referente de la disciplina, está en que prácticamente siempre ha participado en los torneos internacionales de la especialidad desde mediados de los 80 compitiendo con potencias como Estados Unidos, Canadá y México.

"Estos últimos años han sido mejores los resultados y tratamos de que la posta que hemos tomado siempre suba de nivel", dijo Monroy, al destacar a nuevas figuras del raquetbol boliviano como el joven de 19 años Carlos Keller que ya tiene títulos internacionales.

Monroy participará por tercera vez en unos Panamericanos, después de jugar en dobles en Winnipeg (1999) donde acarició una medalla de bronce, pero quedó en un cuarto puesto, mientras que en Santo Domingo avanzó en dobles hasta los cuartos de final.

En las ediciones de los Juegos Bolivarianos de 2001, 2005 y 2009 acumuló ocho oros jugando en individuales, dobles y equipos, lo que le convierte en el boliviano con más preseas doradas del certamen.

El año pasado se coronó campeón en el XXIII Torneo Panamericano de Raquetbol de Honduras y obtuvo bronce en la Copa de Naciones del Campeonato Mundial de Raquetbol, categoría Open, en Corea del Sur.

A nivel nacional, Monroy tiene una hegemonía total y ha ganado 35 títulos nacionales solo en mayores, sin contar otros títulos desde que comenzó a competir a sus 16 años, tras abandonar el tenis.

Monroy apuntó que hace pocos años se planteó retirarse de las competencias, pero quienes le conocen le hicieron desistir, tras sus buenas actuaciones recientes en torneos internacionales que aumentan la confianza en sí mismo para subir al podio en Guadalajara.