El Real Madrid, campeón: Una Liga cuatro años después

Cuatro años. Es el tiempo que pasa entre dos Juegos Olímpicos, o entre dos Mundiales de fútbol, o entre dos elecciones generales, o entre dos años bisiestos. También el mismo tiempo que ha pasado entre la última liga del Madrid y la que acaba de ganar. En 2008, con Bernd Schuster en el banquillo, el Madrid alzó el título de Liga con tres jornadas aún por jugarse, como este año.

Tenía ganas la parroquia blanca de ir a la Cibeles a celebrar un título mayor, con permiso de la Copa del Rey. Los aficionados blancos llevaba cuatro años ilusionándose con los fichajes, con los nuevos entrenadores o incluso con el regreso del 'presidente pródigo' Florentino Pérez. Sin embargo, el Barcelona (u otro equipo europeo) despertaba todas las temporadas a los madridistas del sueño de ganar la décima (Champions) o la trigésimosegunda (Liga).

Hasta este fin de semana, la Cibeles sólo había visto cómo el Madrid celebraba una Supercopa de España (en 2008 ante el Valencia) y una Copa del Rey, la del año pasado. Aquella Supercopa ante el club che cerraba un mini-ciclo de dos temporadas en las que el Madrid había dominado en España. La Copa, por su parte, fue un oasis en el desierto de títulos que, además, dejó al Barcelona sin triplete.

El efecto Mourinho

Al final se cumplieron las predicciones del luso y su segundo año fue mejor que el primero. La regularidad y la eficaciadel Real Madrid han sido las claves del éxito ante un Barcelona que, pese a fallar más de lo que nos tiene acostumbrados, le ha puesto contra las cuerdas hasta el último momento.

Tanto es así, que los blancos se han visto obligados a ganar casi todo y a llegar casi a los 100 puntos para ganar la Liga. Apenas dos derrotas han cosechado los hombres de Mourinho que, además, lograron quitarse la 'barcelonitis' ganando en el Camp Nou el partido que les dio el título.

El escaso margen de error que hay cuando uno tiene como rival al Barcelona ha llevado, casi sin querer, al Madrid a lograr registros increíble; como los 112 goles a favor que llevan en estas 35 jornadas. Además, los blancos han encajado sólo 30 goles. No es un récord, pero es otra muestra del nivel mostrado durante todo el campeonato.

El 'otro' efecto Mourinho

Quizá, el único 'pero' que se le pueda poner al Madrid este año a nivel deportivo es su juego. Los blancos, especialmente en la recta final, han mostrado síntomas de debilidad y en más ocasiones de las debidas el rival, fuera quien fuera, ha dominado el partido. En muchos partidos, el juego ha quedado tapado por el resultado, gracias a la tremenda pegada de los Ronaldo, Benzemá y compañía.

Sin embargo, también se ha desmotrado que en partidos importantes, esa irregularidad, esa fatiga producida por la escasez de rotaciones no ayuda y permite a los rivales estar un puntito por encima.

En cualquier caso, lo que ahora les toca a los blancos es disfrutar de la victoria, celebrarlo y soltar toda la tensión acumulada. Por delante, y como premio, tres partidos ligueros a jugar con tranquilidad y con el único objetivo de hacer lo que más les gusta: a unos, jugar al fútbol y a otros, ver a su equipo campeón jugar al deporte rey.