El Real Madrid se instala en el alambre por falta de fútbol

  • El Real Madrid se agarró nuevamente a la épica para conseguir en el último segundo del tiempo añadido el triunfo en el Ciudad de Valencia, sin encontrar el buen fútbol que prometió a su llegada Carlo Ancelotti, instalado en el alambre con problemas en la construcción de juego añorando a Xabi Alonso.

Roberto Morales

Madrid, 6 oct.- El Real Madrid se agarró nuevamente a la épica para conseguir en el último segundo del tiempo añadido el triunfo en el Ciudad de Valencia, sin encontrar el buen fútbol que prometió a su llegada Carlo Ancelotti, instalado en el alambre con problemas en la construcción de juego añorando a Xabi Alonso.

Pasadas ocho jornadas de Liga, Ancelotti sigue sin dar con la tecla. A sus jugadores no se les puede acusar de falta de actitud y entrega, pero no es suficiente para encontrar fútbol en su camino. En su visita al Levante volvió a sufrir alejado del Santiago Bernabéu. Por tercer encuentro consecutivo tras el empate de Villarreal y el triunfo milagroso en Elche. Y la próxima salida es el Camp Nou, el examen más exigente.

Los problemas del Real Madrid llegan en muchos frentes para Ancelotti. El técnico señala uno principal, la falta de solidez defensiva. Su equipo encaja más de un gol por encuentro, nueve tantos en ocho jornadas, y Diego López sólo ha podido dejar su portería a cero en un partido, el de la segunda jornada en terreno del Granada.

El problema no es la portería donde Diego deja paradas de mérito y siente la presión de Iker Casillas que demuestra en Liga de Campeones que está preparado para ser titular cuando Ancelotti lo considere oportuno. Lo que falla es la actitud defensiva del equipo, desde el inicio de presión con Karim Benzema hasta el balance defensivo que deja en numerosas ocasiones en inferioridad numérica a la zaga madridista.

La rotación en el lateral derecho entre Álvaro Arbeloa y Dani Carvajal, el bajo momento de forma de Sergio Ramos y las ausencias en el lateral izquierdo hasta la recuperación de la mejor versión de Marcelo, son factores en contra de Ancelotti. Cuando el técnico italiano quita del equipo, como ocurrió ante el Levante, a un lateral de largo recorrido, su ataque se convierte en previsible.

Falta un surtidor de fútbol en el centro del campo. El Real Madrid añora más que nunca la figura de Xabi Alonso. Su importancia vital se comprueba con sus ausencias por lesión. Operado de pubis no fue a la Copa Confederaciones con España para comenzar la temporada con su club. Una fractura de un dedo del pie tiró todo por tierra.

Ancelotti no ha encontrado el jugador adecuado y no cesa de probar parejas en el medio centro que no dan el resultado deseado para desatar el fútbol que busca. La más repetida es la formada por el alemán Sami Khedira y el croata Luka Modric que ha comenzado en cinco jornadas ligueras de ocho.

Pero Khedira no da una salida rápida y limpia al juego. Los rivales presionan a Modric y el Real Madrid se atasca. Acaba dependiendo de sus individualidades. De una jugada de velocidad del argentino Ángel Di María, la magia de Isco Alarcón que ha dejado de aparecer en los tres últimos partidos o la pegada de Cristiano Ronaldo que nunca falta a la cita con el gol.

En la sala de máquinas Ancelotti necesita la mejor versión de Asier Illarramendi, que por su lesión en pretemporada no tiene el ritmo necesario ni la fuerza para mostrar su verdadero nivel aún; llegó a probar a Isco Alarcón, en el mensaje más ofensivo, como pareja de Modric sin un centrocampista destructivo y fue el único día que no encajó gol en Liga, en Granada; y el brasileño Casemiro ha pasado al olvido tras ser la sensación del verano madridista.

Sus rivales por el título, Barcelona y Atlético de Madrid firman pleno de triunfos con solidez, y el Real Madrid si no llega a ser por un penalti polémico en el tiempo añadido en Elche y una remontada de fe sobre la hora ante el Levante, ya estaría a nueve puntos de distancia, enterrando sus opciones y repitiendo los errores de la pasada temporada. En esta ocasión, aún con menos fútbol y sin un estilo por definir.

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