El Real Madrid se quita una losa de encima

  • El triunfo del Real Madrid ante el Barcelona, que supuso la conquista de la Supercopa, tuvo un doble efecto balsámico para el equipo de Jose Mourino: acabó con la hegemonía azulgrana en el Santiago Bernabeu y disipó la sombra de la crisis en el presente curso, con un inicio sospechoso.

Santiago Aparicio

Madrid, 29 ago.- El triunfo del Real Madrid ante el Barcelona, que supuso la conquista de la Supercopa, tuvo un doble efecto balsámico para el equipo de Jose Mourino: acabó con la hegemonía azulgrana en el Santiago Bernabeu y disipó la sombra de la crisis en el presente curso, con un inicio sospechoso.

El último campeón de Liga respira. Un punto de seis posibles en Liga, junto al revés encajado en el encuentro de ida de la Supercopa, pero ha recobrado el ánimo y la autoestima de la mejor forma posible. Con una victoria ante el máximo rival, dueño del césped madridista en los años recientes.

El equipo de Jose Mourinho ya conoce la victoria en el ejercicio que llega. Y el preparador luso acaba, tras unos días de recelos y de movimientos encontrados en el seno de la plantilla, de voces altisonantes, con el dominio en Madrid del Barcelona.

En segundo lugar, el Real Madrid enterró la fuerza de este Barcelona, intratable en Chamartín con Pep Guardiola, que pasaba por alto la presumida presión del Bernabéu, el 'miedo escénico'.

El Barcelona se había hecho fuerte en el Santiago Bernabeu desde que echó el cierre a la era Rijkaard. A partir de la llegada de Pep Guardiola, el conjunto azulgrana no hizo más que obtener buenas noticias.

El factor campo desapareció para el conjunto catalán a medida que el Real Madrid acrecentaba su leyenda negra como local ante su máximo rival.

Desde el 7 de mayo del 2008 el cuadro blanco no ganaba al Barcelona en Chamartín. De hecho, los mejores marcadores en los tiempos recientes han sido lejos de su feudo. O en el Camp Nou o en un estadio neutral, como Mestalla, en la final de Copa de hace dos temporadas.

Fue con Rijkaard, en el partido del famoso pasillo que el cuadro culé hizo al entonces Real Madrid campeón, cuando las fechas datan de la última satisfacción del seguidor madridista, que disfrutó con una goleada por 4-1.

A partir de entonces, el Barcelona acumulaba una racha excelsa. En siete partidos en el Bernabeu, salió vencedor en cinco y en dos cosechó un empate. Ni el chileno Mauricio Pellegrini, ni Juande Ramos ni Jose Mourinho han podido frenar la dictadura barcelonista en Madrid. Establecida con Guardiola y ahora con Tito Vilanova.

Desde ese 7 de mayo del 2008 se han alcanzado ya 1.573 días visitas triunfales del equipo azulgrana, airoso del ambiente hostil y encendida del seguidor madridista.

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