El Real Zaragoza finaliza el 2012 vivo en lo económico y lo deportivo

  • El Real Zaragoza va a finalizar un año 2012 vivo en lo económico y lo deportivo tras salir del concurso de acreedores, conseguir la salvación en la campaña 2011-12 y terminar el año lejos de los puestos de descenso.

Enrique Pérez

Zaragoza, 23 dic.- El Real Zaragoza va a finalizar un año 2012 vivo en lo económico y lo deportivo tras salir del concurso de acreedores, conseguir la salvación en la campaña 2011-12 y terminar el año lejos de los puestos de descenso.

El Real Zaragoza, tras solicitar el concurso de acreedores voluntario, consiguió el reto de salir de él, siendo además el club español que con más celeridad lo ha conseguido, lo que teóricamente le permite afrontar un futuro con posibilidades de supervivencia, algo que, de otra forma, hubiera sido imposible.

La situación, que parecía que podía influir en el rendimiento de un equipo que un año más volvía a tener deportivamente una nefasta temporada, al final no incidió en ello porque se produjo un auténtico milagro.

El gran trabajo y el sentido común impuesto por el técnico Manolo Jiménez, algo que en las últimas temporadas parece que había desaparecido en el club maño, logró lo que parecía imposible, que un equipo que llegó a estar a doce puntos de la salvación, hundido en lo más bajo de la clasificación, la alcanzara finalmente.

Jiménez, que había heredado una complicada situación del mexicano Javier Aguirre, el salvador la temporada precedente, consiguió convencer a la plantilla de que era posible lo que en general ya se consideraba una utopía y junto a la comunión con una afición entregada, que rememoró el lema de la campaña presidencial de Barack Obama ("Sí se puede"), hizo historia al convertirse en el primer equipo del fútbol español que lograba la permanencia habiendo estado a doce puntos de la salvación.

Ésta se consumó en el estadio del Getafe con una victoria ante el mayor desplazamiento de seguidores de España en un partido de liga, unos 12.000 aficionados blanquiazules, que celebraron lo que solo unos pocos meses antes parecía imposible.

La continuidad del técnico andaluz para la presente temporada ha cortado casi de raíz las malas prácticas de un club huérfano de lógica y sentido común a la hora de tomar decisiones.

Por primera vez en varias temporadas, el club se ha hecho con jugadores en propiedad, en lugar de cedidos, y aunque algunos llegaron prácticamente con la temporada comenzada, Manolo Jiménez, ha logrado confeccionar un equipo sólido, rocoso y complicado de superar.

El Real Zaragoza ha dejado de ser el "chollo" de campañas anteriores para comenzar a tener un halo de equipo que no regala nada y que no es fácil de derrotar.

La prueba de ello es que, tras unos inicios algo titubeantes hasta que las últimas incorporaciones lograron el nivel físico adecuado, ha terminado el año más cerca de los puestos europeos (cinco puntos) que del descenso (siete) y la afición ya es capaz de reconocer a sus propios jugadores, algo impensable otras temporadas en las que las altas y bajas andaban por la docena como mínimo, además de los nuevos jugadores que llegaban en el mercado de invierno.

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