El Sánchez Pizjuán, mal escenario para los equipos alemanes

Sevilla, 2 oct.- El Friburgo, que mañana visitará al Sevilla en partido de la segunda jornada de la fase de grupos de la Liga Europa, será el octavo equipo alemán que juegue un encuentro oficial en el Sánchez Pizjuán, donde ninguno de sus siete predecesores han ganado.

De los 52 partidos europeos jugados por el Sevilla FC en su estadio, siete han sido frente a rivales alemanes (Kaiserslautern, Alemannia de Aquisgrán, Maguncia 05, Schalke 04, Stuttgart, Borussia Dortmund y Hannover 96), curiosamente la nacionalidad más numerosa que ha visitado a los sevillistas, con un saldo de cuatro victorias locales y tres empates.

El primer enfrentamiento del Sevilla contra un rival alemán fue en la tercera ronda de la Copa de la UEFA de la temporada 82-83, cuando los andaluces vencieron por la mínima en la ida, con gol del internacional Francisco López Alfaro, aunque se inclinaron por 4-0 en la vuelta y resultaron eliminados.

El Alemannia de Aquisgrán perdió por 2-0 en Nervión en la fase de grupos de la campaña 2004-05, un encuentro que el equipo entonces entrenado por Joaquín Caparrós ganó gracias a los tantos de Aranda y Julio Baptista.

Dos fueron los rivales alemanes del Sevilla el curso de su primer título, el 2005-06: el Maguncia 05 empató a cero en el Sánchez Pizjuán en la ronda previa, resuelta con dos goles de Kanouté en Alemania; y el Schalke 04 fue eliminado en la prórroga de la semifinal con el legendario tanto del fallecido Antonio Puerta.

En la liguilla de la UEFA 2008-09, el Stuttgart cayó por 2-0 en el Sánchez Pizjuán (con goles de Romaric y Renato) y dos años después, en la misma fase, el Borussia Dortmund empató a dos, en un encuentro en el que Romaric y Kanouté marcaron para los locales, mientras que Kagawa y Subotic lo hicieron para los germanos.

La última visita de un equipo alemán al campo del Sevilla fue la del Hannover 96 en la eliminatoria previa de la Liga Europa 2011-12 y el empate a uno (marcaron Abdellaoue y Pogatetz en propia meta) supuso la eliminación de los sevillistas, entrenados entonces por Marcelino García Toral.