Los aficionados valencianistasestuvieron entregados hasta el último minuto y confiados hasta el final en la victoria, pero no pudo ser y la desolación inundó un Estadio en el que se había vivido la máxima euforia.
Casi 50.000 aficionados del Valencia -6.000 más acudieron desde Sevilla- vivieron en Mestalla un partido vibrante, intenso y. finalmente, triste. Fuera del Estadio esperaban otros miles a que ocurriese el milagro y remontar los dos goles en contra del Sánchez-Pizjuán. Durante los 95 inutos que duro el partido, todo fue posible, pero en el 94, con el gol del sevillista M`Bia, se frustró el sueño. Mestalla se llenó de lágrimas.
Las senyeras habían inundado el Estadio, totalmente lleno y con un aforo para 55.000 personas, pero también las calles de Valencia y en los balcones de las fincas de los alrededores de Mestalla.Autobus apedreado
El hecho negativo sucedió por la mañana. El autobus que transladaba a los jugadores del Sevilla a su hotel fue apedreado, con rotura de una luna incluida. Un hecho aislado que ni mucho menos resume el comportamiento de los valencianistas.
Los responsables del Sevilla interpusieron la correspondiente denuncia. Un agente del Cuerpo Nacional de Policía escoltó, a partir de ese momento, al vehículo sevillista, que ya sufrió un incidente parecido el pasado domingo, horas antes del encuentro que el equipo dirigido por Unai Emery disputó en Bilbao ante el Athletic.
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