El Tour ataca su particular Anglirú

  • Christian Prudhomme, que dirige el Tour de Francia desde 2005, peina la geografía francesa en busca de sorpresas para su carrera, hasta que se topó con un ascenso que hizo brillar sus azulados ojos y exclamar: "Es como el Anglirú".

Luis Miguel Pascual

Metz (Francia), 6 jul.- Christian Prudhomme, que dirige el Tour de Francia desde 2005, peina la geografía francesa en busca de sorpresas para su carrera, hasta que se topó con un ascenso que hizo brillar sus azulados ojos y exclamar: "Es como el Anglirú".

La Planche des Belles Filles, la única estación de esquí de los Vogos franceses, constituirán mañana una cita inédita para el pelotón del Tour de Francia y la primera etapa montañosa de la 99 edición.

Un lugar que los organizadores de la prueba aspiran a convertir en un nuevo mito de su carrera, por la dureza de las rampas que atesora, "quizá las más fuertes nunca afrontadas por el Tour de Francia en su centenaria historia", en palabras del propio Prudhomme.

Deseoso de encontrar su propio Anglirú, que rivalice en brutalidad con el de la sierra de Aramo, el director del Tour ha llevado a la carrera hasta ese lugar desconocido con el que espera que la general dé un vuelco y que los ciclistas levanten de sus sillines el trasero.

Tanto ha sido el bombo y platillo que se le ha dado al puerto, catalogado como de primera categoría, que pocos son los aspirantes a la victoria final en París que no han pasado unos días por ese lugar próximo a las fronteras de Suiza y Alemania.

La Planche, que en la guerra de los 30 años sirvió de vía de escape para las mujeres francesas amenazadas por la masacre por las hordas de mercenarios vikingos pagadas por los príncipes protestantes almenas, de ahí su nombre, se ha convertido en la pasada primavera en un lugar de peregrinación del mundo de la bicicleta.

"En la última primavera no han dejado de venir ciclistas a subir el puerto", recuerda Pierrette, responsable del Ayuntamiento de Plancher-les-Mines, última localidad que atravesarán los ciclistas antes de ascender el puerto.

Los lugareños no recuerdan que nunca hubiera una carretera allí donde subirá el Tour. Se trata de una pista de esquí que fue asfaltada para la ocasión. Con el único fin de dar a Prudhomme el Anglirú con el que soñaba.

Una decisión que no gustó a muchos habitantes del lugar, que recogieron la bandera ecologista para impedir que el Tour pasara por allí, pero a quienes la justicia retiró finalmente la razón.

El análisis del puerto arroja muchas diferencias con respecto al puerto mítico de la Vuelta a España. El Anglirú es más largo, tiene más dureza media y sus rampas son más terroríficas, de más del 23 %, aunque la media de sus 12,6 kilómetros es del 10,4 %.

La Planche es más clemente y corta. Tiene algo menos de seis kilómetros con un desnivel medio del 8,5 % y sus rampas más duras se sitúan en el 13 %.

"No creo que sea definitivo para la general. Es un puerto que se sube en unos 25 minutos, no creo que haya muchas diferencias entre los favoritos. Yo creo que mañana llegará una escapada, porque la gente se ha guardado fuerzas hasta ahora", asegura el ciclista del Euskaltel Samuel Sánchez, que reconoció la etapa antes de la pasada Dauphiné.

El asturiano considera que entre los favoritos no hay ningún ciclista con la explosividad de Alberto Contador o Andy Scheleck, por lo que será difícil que haya muchas diferencias.

"Será más definitiva la del domingo", señaló el ciclista, en referencia a la segunda etapa montañosa, con final en Porrentruy, que aunque no termina en alto tiene más dificultades montañosas.

Alejandro Valverde cree que el ascenso a La Planche des Belles Filles "no será definitiva" pero "permitirá saber quién está bien y quién no".

"Tal vez más trascendente sea la etapa del domingo, que es dura y muy nerviosa, con puertos cortos pero de gran porcentaje. Las dos etapas tienen miga, pero la del domingo puede ser más decisiva", dijo el murciano, que tendrá que comenzar a recuperar el tiempo perdido en las caídas de hoy y que podrá sumar su primer triunfo.

Tampoco el italiano Vicenzo Nibali cree que la subida a la Planche des Belles Filles vaya a ser determinante, pero cree que permitirá ver "el estado de forma de Bradley Wiggins", el gran favorito para la victoria final, que tiene en la montaña su punto débil.

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