El Tour global

  • Se escapan un japonés, un corredor de raza negra y un kazako en una carrera liderada por un australiano. El Tour de Francia se globaliza con aires procedentes del nuevo mundo.

Luis Miguel Pascual

Marsella (Francia), 3 jul.- Se escapan un japonés, un corredor de raza negra y un kazako en una carrera liderada por un australiano. El Tour de Francia se globaliza con aires procedentes del nuevo mundo.

La escapada larga de la quinta etapa de la ronda gala tenía aires exóticos, muestra de que el ciclismo es cada día menos europeo. En ella estaba Yukiya Arashiro, el único ciclista japonés del pelotón, y el francés Kévin Reza, nacido en Versalles, en las afueras de París pero al que sus orígenes antillanos han dado una piel totalmente negra.

Ambos proceden de la nueva generación y son del equipo Europcar, en el que también figura Yohann Gené, algo más veterano y pionero en el Tour de Francia, donde fue en 2011 el primer ciclista de raza negra.

El Tour, una carrera liderada por el australiano Simon Gerrans, el sexto de ese país en portar el maillot amarillo pero el líder de la primera formación ciclista de primera división que procede de Oceanía, el Orica.

Australia vivió su momento de gloria con la victoria de Cadel Evans en 2011, el único ganador no europeo junto con los estadounidenses Greg Lemond y Lance Armstrong, aunque a este último le retiraron sus siete triunfos por dopaje.

Gerrans no es favorito para la victoria final, pero sí para llevar unos días el maillot amarillo. De hecho, el segundo de la general es su compañero en el Orica, el sudafricano Daryl Impey, que se puede convertir en el primer ciclista de ese continente en vestir la preciada prenda.

Sin contar con que el máximo favorito es Chris Froome, nacido en Nairobi, que corrió varios años con pasaporte keniano, militó en una formación sudafricana, país en el que vivió su adolescencia y donde se aficionó a la bicicleta. Aunque finalmente optó por la nacionalidad británica.

El ciclismo se globaliza y ya hace años que se anuncia la llegada de ciclistas de todos los rincones del planeta. Muy esperados son los chinos, que todavía no se han dejado ver en el Tour, pero que amenazan con desembarcar en masa, dado el elevado nivel de utilización de la bicicleta en ese gigante asiático.

La afición vendrá de la mano de las carreras, ya que cada vez son más las que se celebran en ese continente.

Ejemplo de globalización es el Europcar francés, cuyo responsable, el exciclista Jean-René Bernaudeau, afirma que no mira el color de los ciclistas, sino su valía.

"Es nuestra seña de identidad", asegura el técnico, que no duda en acusar de racismo a ciclistas y directores deportivos.

"Tanto mirar el dopaje, deberían también mirar otros aspectos de la ética del deporte. La limpieza del ciclismo también pasa por combatir el racismo", señala.

Bernaudeau asegura que multiplica los viajes a África en busca de nuevas perlas procedentes de ese continente y anuncia que en no mucho tiempo aparecerán nuevos corredores "de gran calidad".

Entre tanto, apuesta por que el ciclismo sirva para "ejercer un lazo social entre razas y clases sociales", una labor que él dice efectuar en el Europcar.

Un discurso que no parece atraer demasiado la atención ni de los organizadores ni de los colegas de Bernaudeau, que aprovecha que dos de sus corredores más exóticos se han escapado para tratar de vender su proyecto.

Arashiro es doble campeón de Japón, en 2007 y este mismo año, lo que le permite pasear por las carreteras francesas un maillot blanco con un gran punto rojo, la bandera de su país.

Es el mejor ciclista nipón del momento, continuador de las gestas de compatriotas como Imanaka y Miura a mediados de los 90 y de Beppu y Doi en la pasada década.

Aunque nació en la de Okinawa, Arashiro se formó en Francia, en el seno del club aficionado de Aumale, hasta que en 2008 acabó tercero en el Tour de Limousin, lo que llamó la atención de Bernaudeau, que lo fichó para sus categorías inferiores.

En 2010 fue tercero en una etapa del Giro de Italia, donde se dejó adelantar en un 'sprint' a tres por Jérôme Pineau y Julien Fouchard.

Reza es más exótico por el color de su piel que por sus orígenes, ya que nació a las afueras de París y es originario de Guadalupe.

Formado en la pista, donde fue tercero en persecución en los campeonatos de Francia de 2011, antes de dar el salto en la carretera donde el Europcar le ha convertido en uno de los lugartenientes de Thomas Voeckler.

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