Vitoria, 24 nov.- El croata Zan Tabak se presentará mañana ante su nueva afición como técnico del Caja Laboral con la visita al Buesa Arena del Unicaja, en un nuevo examen para el Baskonia tras el suspenso de ayer.
La afición acudirá al coliseo baskonista incrédula y aún frotándose los ojos después del deplorable partido firmado por el Caja Laboral ayer ante el Zalgiris, 82-45, en una demostración de suprema impotencia y nula actitud.
La afición baskonista espera ver un cambio radical en la línea decadente de juego de un equipo sumido en una crisis y en la que no se atisba un punto de retorno tras haberle costado el puesto a un Dusko Ivanovic que parecía intocable.
No es un buen invitado el Unicaja para someterse a un examen de este tipo porque el conjunto que este año gobierna el también croata Jasmin Repesa se presenta como una seria amenaza, que puede hurgar aún más en los puntos débiles del Baskonia.
Los andaluces son el conjunto que mejor rebota de la liga, con 37,13 capturas por duelo, mientras los vitorianos ocupan la décimo cuarta posición con 31,3.
Además, el Unicaja es el mejor especialista en capturarlos en el aro rival y atrapa 11,50 en cada comparecencia, muy lejos de un Baskonia que es el último de la fila en esa faceta y solo coge 7,8. En el infausto partido de Kaunas los bálticos barrieron a los de Tabak en la zona cogiendo 49 rechaces por solo 23 de los vascos.
La extrema fragilidad en el rebote está lastrando a un Caja Laboral que sin poder capturar rechaces, se ve limitado a jugar al paso en lugar de desplegar el habitual juego al contragolpe de cursos pasados.
En la plantilla vitoriana, Nemanja Bjelica sigue siendo duda por unas molestias en el gemelo que le han llevado a perderse los últimos cuatro partidos.
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