El Valencia reincide

  • El Valencia de Unai Emery reincidió en Alemania, donde perdió por 2-1 ante el Bayer Leverkusen en un choque en el que al principio fue muy superior y se adelantó en el marcador, tal y como le ha ocurrido en muchos encuentros clave desde la llegada de su actual entrenador hace poco más de tres años.

Alfonso Gil

Valencia, 20 oct.- El Valencia de Unai Emery reincidió en Alemania, donde perdió por 2-1 ante el Bayer Leverkusen en un choque en el que al principio fue muy superior y se adelantó en el marcador, tal y como le ha ocurrido en muchos encuentros clave desde la llegada de su actual entrenador hace poco más de tres años.

Las tres eliminaciones de Copa del Rey sufridas por Emery en el banquillo del Valencia, ante Sevilla, Deportivo de La Coruña y Villarreal, o la del pasado año en los octavos de final de la Liga de Campeones contra el Schalke 04, se fraguaron con el mismo guión que el de la derrota de Leverkusen.

El argumento ya no es ni original. El equipo llega a un partido importante en una situación difícil: necesitado de los puntos o, en el caso de una eliminatoria, con un marcador en la ida que le obliga a realizar una gesta en la vuelta. Además, el partido se disputa a domicilio.

Los primeros minutos son siempre alentadores. El equipo se muestra y hasta se exhibe. Hace gala de una gran personalidad y, además, la refleja relativamente pronto en el marcador. Sin embargo, eso es lo peor que le puede pasar: el buen comienzo es la garantía de que el final será trágico.

En Leverkusen, el equipo demostró tener trabajada la estrategia ofensiva, con faltas y córneres bien lanzados, y también la defensiva, con acciones en las que dejó a siete hombres del rival en fuera de juego en el saque de una falta.

Sin embargo, no fue suficiente: todo se difuminó con el paso de los minutos y la falta de intensidad dejó al equipo sin el control del centro del campo y sin capacidad para la épica cuando fue ese el único recurso que le quedaba.

La historia de Leverkusen no es nueva para la afición valencianista, con una primera media hora primorosa, con el equipo capaz de crear ocasiones y con merecimientos para cobrar una ventaja de dos o tres goles en el marcador.

Sin embargo, marcar y desaparecer fue todo uno. El Valencia se convirtió en un manojo de nervios, perdió su personalidad y mucho antes de que se produjera la remontada del rival, quedó claro que la nave no va a llegar a buen puerto.

Equipos que como el Bayer, toscos y rudimentarios, que no habían aparecido durante treinta o 45 minutos, se engrandecen, remontan con cierta facilidad y al final ganan ante el delirio de su afición.

Esa es, minuto y gol arriba o abajo, la historia del Valencia en las tres ediciones de la Copa del Rey en las que ha competido bajo la dirección de Emery.

El primer año, un ajustado 3-2 en Mestalla ante el Sevilla dio paso a un intenso partido de vuelta en el Sánchez Pizjuán. El Valencia se adelantó en el marcador con un gol de Carlos Marchena, pero llegó al minuto noventa con empate a uno. Entonces el equipo local marcó, y con el 2-1 se clasificó.

Un año después el reto era más difícil. El Deportivo ganó en Valencia por 1-2, lo que no impidió que el equipo de Emery cobrara en Riazor una ventaja de 0-2, que le clasificaba. No lo logró: la desperdició al empatar a dos.

El año pasado, el equipo vivió el tercer capítulo del mismo culebrón. Tras un empate a cero en casa ante el Villarreal, necesitaba un empate a uno o más goles para pasar. Se fue al descanso en El Madrigal con la holgura de un nuevo 0-2. Perdió por 4-2.

Poco después, un empate a uno ante el Schalke 04 de Raúl González en Mestalla, le obligaba a ganar o empatar a dos en Alemania. Se volvió a adelantar en el marcador y volvió a perder, esta vez por 3-1.

En la Liga también ha vivido alguna situación similar, tal y como le ocurrió en el Vicente Calderón en la campaña 2009-2010, donde marcó primero por medio de David Silva y perdió 4-1 y, sobre todo, en su última visita al Camp Nou.

Hace poco más de un año, un espléndido primer tiempo del equipo en Barcelona le permitió irse al descanso con ventaja de 0-1 tras un gol de Pablo. El final fue, sin embargo, el de Sevilla, La Coruña, Villarreal, Gelsenkirchen o Leverkusen. El equipo catalán se impuso por 2-1. La miel se queda en los labios en los partidos importantes.

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