Villarreal (Castellón), 30 jul.- El Villarreal vive este año su mercado de verano más fructífero, ya que ha ingresado más de veinticuatro millones de euros por traspasos de su jugadores.
Esta cantidad sólo se aproxima a la del verano de 2007 cuando el uruguayo Diego Forlán fue traspasado al Atlético de Madrid, con un ingreso para el club que preside Fernando Roig de veintitrés millones de euros.
Este año, la venta de varios jugadores ha reportado un total de 24,1 millones de euros, cifra a la que se deben sumar las aportaciones por las cesiones.
El principal concepto proviene de la venta de Santiago Cazorla al Málaga por veinte millones de euros, a los que se suman los traspasos de Javier Matilla al Betis por 1,3 millones, el de Cristóbal Márquez al Karpaty ucraniano, por 1,5 y el del estadounidense Jozy Altidore al AZ Alkmaar holandés por otros 1,3 millones.
A estas cantidades se añaden la obtenida por la cesión de Iván Marcano al Olympiacos de Grecia.
De esta cifra global, el Villarreal ya ha invertido cerca de 10 millones de euros, con los fichajes del colombiano Cristian Zapata, por el que pagó 7,3 millones de euros, y Javier Camuñas, en el que invirtió 2,3 millones.
En este momento, el balance de ingresos y gastos favorece al Villarreal en una cifra que ronda los quince millones de euros, a la espera de que el club realice algún otro fichaje, ya que no está prevista, tal y como indicó su presidente, la venta de más futbolistas.
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