El Zaragoza, empeñado en revivir las pesadillas de las dos últimas temporadas

José Luis Sorolla

Zaragoza, 5 dic.- Un punto de veintiuno posibles sumados en las siete últimas jornadas, la mitad de las disputadas en la Liga 2011-2012, han puesto en evidencia la desnudez con la que el Real Zaragoza parece empeñado en volver a revivir sus continuas pesadillas de las dos últimas campañas.

El triunfo del Rácing de Santander ante el Villarreal hizo dormir al equipo aragonés como colista en la ciudad de la Alhambra y al despertarse comprobó que no había sido solo un mal sueño. Saltó al césped de Los Cármenes con la obligación de ganar para no mantenerse en tan nefasta posición.

Las huestes de Javier Aguirre cayeron derrotadas por la mínima ante los granadinos y ya presumen que están condenados a protagonizar su tercera gesta consecutiva si la temporada 2012-2013 quieren volver a competir en la Primera división.

En esta ocasión, sin embargo, será realmente complicado que la entidad de Agapito Iglesias pueda darle la vuelta a la plantilla como hizo en esas dos ocasiones por estar controlada judicialmente tras haber solicitado el pasado 7 de junio el concurso voluntario de acreedores.

Ni el obligado cambio de hasta cinco jugadores, ninguno de ellos por cuestiones tácticas, para enfrentarse al equipo granadino con respecto al anterior encuentro sirvió como excusa para esconder la delicada situación deportiva que atraviesa el conjunto que dirige el mexicano Aguirre.

El portero Roberto Jiménez, a pesar de ser el más goleado de Primera división, acapara el protagonismo con sus notables intervenciones con demasiada asiduidad, signo inequívoco de que los hombres que están por delante de él cometen errores con frecuencia.

En el aspecto atacante todavía es peor, ya que en las tres últimas derrotas el equipo maño no ha sido capaz de perforar la portería rival en ninguna ocasión, y en los siete últimos encuentros de los tres goles anotados únicamente los dos que logró frente al Sporting, equipo que le precede en la clasificación, le sirvieron para sumar un punto.

El punto de inflexión decreciente lo marcó el equipo aragonés el pasado 23 de octubre, en su visita al Estadio del Reyno de Navarra, donde el 3-0 por el que cayó derrotado ante Osasuna ocultó los innumerables daños colaterales que provocó en una plantilla que desde entonces es incapaz de encontrar un rumbo coherente con sus necesidades.

Desde entonces dos rachas de tres derrotas consecutivas, la primera ante Osasuna, Valencia y Atlético de Madrid, y la segunda frente al FC Barcelona, Sevilla y Granada, intercaladas por el empate frente al grupo que dirige Manolo Preciado.

A todo ello se une un Javier Aguirre que conforme pasan las jornadas sigue sin ser capaz de hacer funcionar a un mínimo nivel el plantel de jugadores que ha puesto a su disposición la entidad que preside Agapito Iglesias.

Aunque no esté visible como en los alimentos perecederos de los supermercados, Aguirre se encuentra muy próximo a la fecha de caducidad que han tenido sus predecesores en el explosivo banquillo zaragocista.

Desde que Agapito Iglesias, hace cinco años y medio, compró el paquete accionarial mayoritario de Alfonso Solans, ningún entrenador ha completado su segunda temporada.

Iglesias, que cumple su sexta campaña al frente de la entidad, debutó con Víctor Fernández en el banquillo y solo duró temporada y media justa, ya que el aragonés fue destituido tras la decimonovena jornada. Le siguieron en una suma de despropósitos que culminó con el descenso a Segunda división hasta tres técnicos en las otras diecinueve jornadas, Ander Garitano, Javier Irureta y Manolo Villanova.

El turno en Segunda fue para Marcelino García Toral, que logró el ascenso a la primera oportunidad pero en su segunda temporada fue destituido en la duodécima jornada, y su sustituto, José Aurelio Gay, acompañado por Mohamed Alí Hamar "Nayim", lograron la permanencia y continuaron en su puesto hasta la undécima jornada de la temporada 2010-2011. "El Vasco" Aguirre tomó las riendas el 18 de noviembre de 2010.