La Arena de Amazonas, que recibirá seis juegos del torneo olímpico de Rio-2016, cerró 2015 con un déficit de 7,5 millones de reales (unos 1,8 millones de dólares), según el sitio especializado Globo Esporte.
Y de cara a los Juegos, el gramado tuvo que ser recuperado desde finales del año pasado tras ser atacado por una plaga.
La ciudad no tiene un equipo en la primera división y poco comparte el fervoroso fanatismo por el fútbol de otras regiones del país.
"Hay dos empresas interesadas en administrar (el estadio) para que los costos no sean más del estado. El foco es transformar este estadio en una arena multiuso, realizando grandes eventos deportivos y culturales para que se pueda autogestionar y generar recursos para invertir en el deporte", dijo el sábado de noche José Melo, gobernador del estado de Amazonas, cuya capital es Manaos.
"Esta arena aquí fue proyectada para ser una arena multiuso y no se estaba utilizando sino para juegos de fútbol", añadió Melo después de un partido de exhibición, citado por Globo.
El nuevo administrador se conocerá en 20 días.
El estadio de Manaos, construido por un costo de 669,5 millones de reales (hoy USD 167 millones), recibió por ejemplo el clásico entre Italia e Inglaterra en 2014, pero el año pasado fueron tan solo 10 partidos, cuatro de ellos de la cuarta división.
En algún momento se consideró transformarlo en una cárcel provisoria, pero la idea no prosperó.
Además de Manaos, estadios como el de Brasilia o Cuiabá son considerados elefantes blancos del Mundial.
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