España 2-1 Bielorrusia: Xavi y Negredo dejan a la 'Roja' a un paso del Mundial

España ya está virtualmente en el Mundial de Brasil del verano que viene. Con un punto ante Georgia el martes que viene (partido que se disputará en Albacete) le vale para sellar su billete. Lo más difícil -vencer en casa a una Bielorrusia que se colgó del larguero- ya está hecho. El partido se decidió en el segundo tiempo, cuando Del Bosque lo revolucionó desde la banda. Xavi anotó en el segundo remate a puerta del equipo. Negredo, que entró por Michu, sentenció. Kornilenko le puso emoción al encuentro, pero no sirvió de nada.

Desde el saque inicial -y eso que el primer balón lo puso en movimiento Bielorrusia- se apreció el guión del partido: España tendría la pelota y los visitantes se dedicarían a encerrarse atrás. La única aportación táctica con cierta creatividad de los bielorrusos era su esquema defensivo, el cual pasaba del 4-5-1 al 5-4-1 con una facilidad que evidencia el buen trabajo realizado por su seleccionador en la previa del encuentro.

Más allá de eso, el partido esperó la genialidad de Xavi, Cesc, Silva o Pedro. El canario, con mucha confianza, se exhibió en el primer tiempo. Corrió por donde quiso y gambeteó a cuantos rivales se pusieron a su paso. Hizo de la banda izquierda el principal carril de ataque de la 'Roja'. Monreal leyó perfectamente los huecos que dejaba el azulgrana y apareció sorpresivamente cuando menos se le esperaba. Eso sí, sus jugadas nunca encontraban al debutante Michu, perdido ante la ausencia de huecos hacia donde desmarcarse.

Xavi, jefe de filas, distribuía entre líneas, pero ni Cesc ni Silva eran capaces de penetrar en el área y como el tiro de lejos parece vetado en la selección, Gutor -portero bielorruso- apenas se manchó los guantes en el primer periodo. Algo similar le pasó a Valdés, sufridor espectador del partido a ras de pista.El descanso cambia el sino del partido

Del Bosque movió ficha al descanso. Ante la ausencia de peligro ofensivo de Bielorrusia, se la jugó metiendo a Iniesta y quitando a Monreal. Por momentos el dibujo de España sobre Son Moix era más parecido a uno de los equipos del fútbol de hace medio siglo, cuando defendían dos y atacaban los demás. Arbeloa pasó a central, junto a Piqué y Sergio Ramos se pegó a la derecha, reconvertido a carrilero. Busquets era el cemento encargado de tapar huecos.

A partir de ahí, libertad de movimientos, con Xavi e Iniesta a los mandos. Del Bosque también quitó a Michu y metió a Negredo, aunque no tocó la pelota antes de que el partido se decantase del lado español. Fue con un disparo lejano, en un rechace. Xavi empaló desde la frontal y superó a un Gutor tapado por decenas de piernas y cuerpos.

Poco después, y con Bielorrusia muerta, Negredo aprovechó un gran centro del carrilero Ramos desde la derecha. El jugador del City le dedicó el gol a María de Villota. Momento emotivo en un partido que quedó visto para sentencia. Ni siquiera el gol de Kornilenko en el minuto final alteró el ritmo cardiaco de la selección, ya casi clasificada para el Mundial. Necesita sólo un punto ante Georgia o que Francia no gane el martes a Finlandia. Incluso la derrota podría servirle.