España 2-2 Chile: Jesús Navas vacuna a la campeona del mundo frente a la 'Roja' sudamericana

    • El jugador del Sevilla empató en el descuento un partido en el que Chile le dio a España de su propia medicina: presión y veloz transición ofensiva.
    • Vargas adelantó por dos veces a la selección sudamericana antes de que Soldado y Navas repusieran las tablas.

Jesús Navas fue el salvador de España en Ginebra. Era un amistoso, pero a nadie le hubiera gustado perder. Y menos de la forma en que lo hubiera hecho: claudicando y agachando la cabeza ante una Chile que sorprendió, presionó y aprovechó los errores de la campeona del mundo. La 'Roja' de Sudamérica fue mejor, pero se quedó con el agridulce sabor del empate por culpa de un par de acciones puntuales de Soldado y Navas.

Poco tardó en plasmarse en el marcador ese ansia de Chile por plantarle cara a la campeona del mundo. En el minuto cinco, Vargas recibió sólo dentro del área y batió sin problemas a un Valdés que estaba más pendiente del posible fuera de juego que de intentar parar la pelota. No era posición antirreglamentaria: Sergio Ramos se echó la siesta y habilitó al delantero chileno.

El gol fue un golpe muy duro que España tuvo que digerir mientras Chile seguía trabajándole el cuerpo, como se diría en boxeo. La selección sudamericana -con su atípica formación de tres centrales y dos carrileros- funcionó como un acordeón y presionó la salida de balón del equipo español como si no fuera un partido amistoso.

Tal era el esfuerzo físico de la 'Roja' sudamericana que ni Xavi, ni Cesc, ni Iniesta cuando salió ni ningún otro jugador era capaz de recibir la pelota y levantar la cabeza sin sentirse asediado por un rival. Chile tenía superioridad numérica en el centro, donde acumulaba tres medios, dos carrileros y, en muchas ocasiones, dos delanteros, que no tenían problema en bajar a ayudar.

Pese a ello, España se mantuvo en el partido gracias a que transformó la ocasión más clara que tuvo en el primer tiempo. Xavi habilitó a Pedro, que puso un centro perfecto por la derecha y Soldado remató de cabeza. El balón fue al centro, pero iba tan fuerte que Bravo no pudo más que tocarlo. Poco duró la alegría, porque justo antes del descanso Albiol flojeó en el cuerpo a cuerpo contra Vargas, que se fue sólo hacia Valdés, a quien volvió a superar por bajo.

El paso por vestuarios -y el relevo de Xavi por Iniesta- no cambió nada. España siguió pasándolo mal para enlazar tres buenos pases y sufría cada vez que cometía un error. Cazorla y Navas lo intentaron desde lejos, pero Bravo respondió bien. También estuvo certero Reina en la única ocasión chilena.

El partido moría en el carrusel de cambios y la victoria de Chile parecía clara y merecida. Entonces apareció Navas. El extremo se tiró al suelo para meter la puntita del pie y enviar a la red un pase de Pedro. El reloj decía que el partido estaba en el tiempo extra. España rascó un empate sobre la bocina, casi sin querer. Hay mucho que mejorar en partidos en los que el rival no se encierra atrás. Así serán los partidos en el Mundial, pero para eso aún queda mucho.

Mostrar comentarios