España busca respuestas para no volver a quedarse sin premio

Javier Villanueva

Belgrado, 30 ene.- La selección española de balonmano no vio recompensado su magnífico papel en el Campeonato de Europa de Serbia tras quedar fuera de las medallas, a las que España parecía un firme candidato tras su inmaculada singladura en las dos primeras fases del torneo.

Sin embargo, el conjunto español, el único de los cuatro semifinalistas que llegó invicto a la fase final de Belgrado, saldó sus dos últimos partidos en el Europeo con dos derrotas, que abren un período de reflexión en el seno de la selección.

Debate que como avanzó el seleccionador nacional no parece afectar a la futura composición del equipo, aunque Valero Rivera sí quiere analizar lo sucedido tanto en las semifinales con Dinamarca como en la lucha por el bronce con Croacia, donde España no rindió al mismo nivel que en el resto del campeonato.

"Una de nuestras carencias es el lanzamiento lejano, el lanzamiento de diez metros, y eso cuando estás cansado se nota más", apuntó el técnico español, conocedor de unas números nada benévolos con el tiro exterior de la selección.

De hecho, España tan sólo anotó, según las estadísticas oficiales, entre la semifinal y el partido por el tercer y cuarto puestos, nueve de los veintiocho lanzamientos que intentó desde los nueve metros.

Un problema al que Valero Rivera tratará de dar solución antes de los Juegos Olímpicos de Londres, el gran reto del conjunto español, y para los que la selección aún deberá certificar su clasificación en un durísimo preolímpico, que le medirá del 6 al 8 de abril con Polonia, Serbia y Argelia en Alicante.

Pero el Europeo de Serbia ha dejado más luces que sombras en el equipo español, que durante sus primeros seis encuentros en el torneo practicó uno de los balonmanos más atractivos del Europeo, que se saldó con varias victorias de relumbrón.

Como las cosechadas ante Francia en el arranque del torneo o sobre la propia Croacia, dos encuentros en los que fue determinante el rendimiento de la defensa 6-0, el gran hallazgo táctico de la selección en este campeonato.

Una defensa inimaginable sin la presencia de Viran Morros, elegido mejor defensor del Europeo, y Gedeón Guardiola, la auténtica revelación del torneo, que pese a debutar en Serbia en una gran competición internacional fue uno de los grandes protagonistas del equipo español.

Magnifica actuación que parece garantizar al jugador del Amaya Sport San Antonio su presencia en los futuros compromisos de la selección, donde ha demostrado que puede tener también un lugar, el portero José Manuel Sierra, tras su notable participación en el campeonato.

Un Europeo que también ha supuesto un punto de inflexión en la carrera internacional del extremo Cristian Ugalde, uno de los fijos de Valero Rivera desde su llegada al banquillo español, y que en Serbia parece haberse rebelado definitivamente contra el papel secundario que había tenido en torneos precedentes.

Protagonismo que nadie parece discutir, pese que al igual que el resto del equipo bajó notablemente sus prestaciones en el fin de semana final, al central Joan Cañellas, que evidenció en el Europeo poseer las condiciones necesarias para convertirse en el líder del conjunto español.

Una selección que debe asumir el doloroso final de campeonato vivido en Serbia como parte del aprendizaje necesario para dar el salto de calidad definitivo y no dejar escapar en Londres una final, que por segundo año consecutivo se le escapó al conjunto español de entre los dedos.