España, con Beitia y López colosales, refuerza su autoestima

  • La capitana Ruth Beitia abanderó en Zúrich la remontada de la selección española de atletismo, que restañó la herida y contuvo la hemorragia de resultados de los últimos años con una cosecha de seis medallas y 22 finalistas que refuerza su autoestima.

José Antonio Diego

Zúrich, 18 ago.- La capitana Ruth Beitia abanderó en Zúrich la remontada de la selección española de atletismo, que restañó la herida y contuvo la hemorragia de resultados de los últimos años con una cosecha de seis medallas y 22 finalistas que refuerza su autoestima.

España tuvo un comienzo y un final dorados. El murciano Miguel Ángel López batió a los rusos el primer día en 20 kilómetros marcha y Beitia derrotó a otra rusa en la jornada de clausura, revalidando su título europeo de altura en la "bendita prórroga" de una carrera deportiva que dura ya 24 años.

La trayectoria de la saltadora cántabra, para muchos ya la mejor atleta española de la historia, se prolongará -ha dicho- "un poquito más", al menos hasta cumplir, el año próximo, las bodas de plata con su entrenador, Ramón Torralbo.

Entre medias, la plata en peso de un Borja Vivas en plena madurez que pisa por vez primera un podio internacional, y los bronces de Indira Terrero (400), Ángel Mullera y Diana Martín (3.000 m obstáculos).

Seis medallas y 22 finalistas, un balance mejor de lo previsto por el propio Cid, que en el acto de la presentación del equipo calculó de cuatro a seis medallas y entre doce y quince finalistas.

La actuación española, por sectores, sólo admite un fracaso sin paliativos, el del mediofondo. "Es el sector que está notando más la crisis porque era el que mejor estaba", dijo el director técnico.

De no haber sido por la recalificación de David Bustos para la final, donde fue sexto, España no habría tenido representación en 1.500, ni en hombres y mujeres. Para un país que ha contado con un campeón olímpico (Fermín Cacho), un subcampeón mundial (José Luis González), y gente de la categoría de José Manuel Abascal, Reyes Estévez o Isaac Viciosa, las penurias actuales tienen una digestión difícil.

Frente al nuevo pinchazo del mediofondo, otras disciplinas, calificadas de "cenicientas" por Cid, han triunfado. Tal es el caso del 400, en el que nunca una española había corrido una final y aquí hubo dos: Indira Terrero y Aauri Lorena Bokesa. La primera de ellas, medallista de bronce. Samuel García también llegó a la última carrera.

Los abuelos continúan dando guerra. Jesús Angel García Bragado (44 años) y Nuria Fernández (38) cumplieron con creces. El marchador con un octavo puesto en los 50 kilómetros y la fondista con un quinto en 5.000, una distancia en la que se ha iniciado este mismo año y que todavía no domina por completo. Ambos igualaron el récord de participaciones en unos Europeos, con seis.

La mala suerte se cebó otra vez con el saltador de longitud Eusebio Cáceres. El alicantino, que estuvo el año pasado a un centímetro del bronce en la final de los Mundiales de Moscú, se ha quedado ahora a tres del podio y sin poder ejecutar, siquiera, los tres últimos saltos por culpa de una lesión en el isquio izquierdo.

Tampoco tuvieron suerte los maratonistas. Sandra Aguilar tuvo que abandonar, lesionada, a tres kilómetros del final cuando estaba en puestos de finalista, y Javi Guerra hubo de conformarse con la "medalla de chocolate", cuarto, después de haber hecho una carrera valiente en un circuito de gran dureza.

Cid calificó de "buena" la actuación global del equipo español, que venía casi de tocar fondo en la edición anterior. Frente a las cuatro medallas y 14 finalistas de Helsinki 2012, seis y 22. Ahora falta que, como espera el director técnico, cuajen los jóvenes de aquí a los Juegos de Río.

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