España intentará conquistar en Florencia su sexto arcoiris de la historia

  • La única opción que le queda a la selección española de brillar en el Mundial de Toscana 2013 es la prueba elite en la que los nueve hombres seleccionados por Javier Mínguez intentarán conquistar el sexto jersey arcoiris para el ciclismo nacional.

José Luis Sorolla

Florencia (Italia), 28 sep.- La única opción que le queda a la selección española de brillar en el Mundial de Toscana 2013 es la prueba elite en la que los nueve hombres seleccionados por Javier Mínguez intentarán conquistar el sexto jersey arcoiris para el ciclismo nacional.

Hasta el momento, los españoles han pasado inadvertidos en la cita mundialista. El decimocuarto puesto de Jonathan Castroviejo (Movistar) en la contrarreloj individual elite (Movistar) ha sido el mejor resultado, pero en la prueba que cierra la cita florentina esperan poder sacarse la espina.

El abandono del ciclismo del cántabro Óscar Freire, tras el Mundial de Valkenburg 2012, ha dejado al ciclismo nacional sin el hombre que se había convertido en su principal referencia en estas citas desde que irrumpió a lo grande en Verona 1999, donde conquistó el primero de sus tres jerseys arcoiris con los que igualó en la cúspide del palmarés a tres históricos, el italiano Alfredo Binda y los belgas Rik Van Steenbergen y Eddy Merckx.

Ahora el liderazgo recae en el murciano Alejandro Valverde (Movistar) que acumula cuatro medallas en su palmarés, dos de plata y otras tantas de bronce, y que por su punta de velocidad parte con una ligera ventaja sobre el catalán Joaquím 'Purito' Rodríguez (Katusha), que también ha subido al tercer cajón del podio mundialista.

Junto a ellos estarán el asturiano Samuel Sánchez (Euskaltel), oro olímpico en Pekín 2008 y que deberá "manejar la calculadora", y el madrileño Alberto Contador (Saxo Bank), con mando en el grupo en la carrera ante la prohibición de los pinganillos.

El 'nueve' español presenta muchos generales y una guardia pretoriana de cinco corredores, Jonathan Castroviejo, José Herrada, Dani Moreno, Egoi Martínez y Luis León Sánchez, que deberán intentar hacer lo más fácil posible los kilómetros finales de una carrera con 272 kilómetros que todos auguran va a ser "muy dura y de eliminación" a la que se puede añadir en su transcurso la presencia de otro enemigo, la lluvia, que la complicará todavía más.

La baraja de rivales y candidatos al título es amplia, y la mayoría de ellos han pasado por la recién finalizada Vuelta a España y han dejado sobrados destellos de su calidad como son los casos de los vigentes campeón y subcampeón, el belga Philippe Gilbert (BMC) y el noruego Edvald Boason Hagen (Sky) respectivamente, el suizo Fabian Cancellara (RadioShack) o el italiano Vincenzo Nibali (Astana), segundo en la clasificación.

A todos ellos se pueden unir otros que han optado por dejarse ver en otras pruebas como el eslovaco Peter Sagan (Cannondale) en Canadá o el último vencedor del Tour de Francia, el británico Chris Froome (Sky), o el colombiano Nairo Quintana (Movistar), en una nómina en la que podría entrar algunos más y que es amplia pero no excesiva de aspirantes al título mundial.

En su vuelta a la dirección ciclista, Javier Mínguez quiere que sus hombres dejen buenas sensaciones y sean capaces de llevar a cabo el plan previsto y poder llegar con opciones hasta el final de conquistar el sexto título mundial en ruta para España.

"El enemigo número uno es la carrera y hay que tomársela con calma. Hay que llegar al final y ahí tenemos que estar nosotros", ha dicho Mínguez que deberá manejar con mano izquierda un grupo acostumbrado a conseguir triunfos de relevancia y que en esta ocasión llega, al contrario que en otras ocasiones, "sin heridas recientes, porque en la Vuelta el abuelo (Chris Horner) se escapó y evitó la pelea".

El recorrido del Mundial, que partirá de la ciudad de Lucca, combina una primera parte en línea también bastante dura de 121 kilómetros hasta adentrarse en el circuito florentino de 16,570 kilómetros al que deberán dar diez vueltas para completar un total de 272,260 kilómetros.

El circuito de la histórica ciudad renacentista es tremendamente exigente, al que la lluvia puede añadir incluso cierta peligrosidad, con las ascensiones a las cotas de Fiesole y Via Salvati, la primera de 4,3 kilómetros de ascensión con un porcentaje de desnivel medio del 5,2% y una máxima del 9%, y la segunda a cinco kilómetros del final con solo 600 metros pero que emula a los clásicos muros belgas con una pendiente media del 10,2% y una máxima del 16%.

En las carreras previas, la primera de ellas es la que ha servido al vencedor para dar el golpe de gracia, aunque la extrema dureza de la segunda puede provocar algún movimiento como el que en 2012 le dio la victoria a Gilbert, a pesar de que en esta ocasión la línea de meta está bastante más lejos, a cinco kilómetros.

'Samu' Sánchez en la rueda de prensa conjunta previa a la prueba ha dejado claro que en esta prueba "lo más fácil es no ganar, pero en el palmarés de los últimos años ningún país tiene tantos metales". "Hemos ganado mundiales, olimpiadas y estado en todos los cajones del Mundial. Parece que estamos obligados a ganar medalla, pero en el futuro se va a echar de menos esta generación de ciclistas con unas condiciones inigualables", ha dicho.

Los españoles desean seguir haciendo historia y en la Toscana italiana intentarán que, diez años después de que Freire se vistiera con el arcoiris por última vez para el ciclismo nacional en Verona 2004, uno de ellos pueda lucirlo de nuevo.

Mostrar comentarios