El equipo dirigido por Sergio Scariolo jugará en semifinales con el vencedor del duelo entre la anfitriona Francia y Letonia, que se disputa también este martes.
A diferencia de las sufridas victorias ante Alemania (fase de grupos) y Polonia (octavos), España esta vez recordó a la campeona de Europa en 2009 y 2011.
"El espíritu de sacrificio, la intensidad, la concentración han sido decisivos. Al no dejarles irse en su momento bueno, ganamos el partido", señaló el técnico italiano.
Concentrado en defensa y fluido y acertado en ataque, el equipo español fue un grupo consistente, sin altibajos, ante una Grecia, brillante por instantes, que aguantó hasta el suspiro final.
"El equipo ha dado la cara, sobre todo en defensa, con Spanoulis. Dimos un paso adelante, acabamos con muy buenas sensaciones y ahora tenemos que pensar en las semifinales", dijo Nikola Mirotic, que finalizó el partido con 18 puntos.
España no pudo empezar mejor. En un minuto y medio, dos triples de Sergio Llull, uno de cada lado, y dos tapones de Gasol demostraron que el equipo de Scariolo, lastrado por las bajas y por las lesiones, iba a vender cara su piel.
Grecia fue a remolque, al ritmo que marcaban los botes de Vassilis Spanoulis. Un palmeo de Yannis Bourousis llevó el empate a 14 al final del primer cuarto.
Sin su líder en la pista, los helenos se aferraron al explosivo físico de Giannis Antetokounmpo, que con 2,11 metros y jugando de exterior superaba con facilidad a Rudy Fernández (1,95).
El jugador de los Bucks era capaz de encadenar un triple, una penetración y un palmeo por encima de los pívots españoles.
Pero fue un espejismo, España funcionaba con los 'Sergios' -Llull y Rodríguez- al mando. El segundo se entendió a la perfección con Gasol y la sociedad llevó a España hasta el 39-32 con el que finalizó la primera parte.
En la reanudación Grecia supo mezclar sus dos ritmos, el dictado lento de Spanoulis y las trepidantes acciones de Antetokounmbo. Le sirvió para remontar y situarse por delante 57-55 al final del tercer cuarto.
Con abrumadora mayoría en las gradas, Spanoulis alentaba a los suyos, que respondía al grito de 'Hellas, Hellas'.
España no se había descolgado gracias a Gasol, imparable para los interiores griegos -11 puntos en el tercer cuarto-. El partido se había convertido en un duelo con Spanoulis, más acertado según pasaban los minutos.
El último cuarto comenzó con los dos protagonistas en el banco. Entonces Felipe Reyes suplió a la perfección a su compañero de generación (1980) y España volvió a tomar la iniciativa.
De nuevo en pista, Spanoulis no supo llevar el partido de nuevo a su terreno y Gasol sólo anotó dos puntos, pero desde la defensa España fue capaz de administrar la ventaja.
El final fue de infarto, con pérdidas inexplicables de España que dieron vida a los griegos, sobreviviendo a base de triples.
Antetokounmpo tuvo la última bala a falta de 2 segundos, pero no acertó a anotar desde el centro del campo el triple que hubiera dado la victoria a Grecia España jugará de nuevo por las medallas.
pm/dr
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