Estados Unidos comenzará nueva etapa mundialista sin Donovan

  • La imagen y referente del fútbol de Estados Unidos en los pasados tres mundiales, el delantero Landon Donovan, será el gran ausente en Brasil 2014 después de que el entrenador alemán Jürgen Klinsmann decidió apostar y arriesgar por los jóvenes valores e iniciar una nueva etapa.

Rubén Mantilla

Houston (EEUU), 6 jun.- La imagen y referente del fútbol de Estados Unidos en los pasados tres mundiales, el delantero Landon Donovan, será el gran ausente en Brasil 2014 después de que el entrenador alemán Jürgen Klinsmann decidió apostar y arriesgar por los jóvenes valores e iniciar una nueva etapa.

Como campeón de la CONCACAF, Estados Unidos llega a su séptimo Mundial consecutivo, décimo de su historia, y lo hace envuelto en la polémica decisión de Klinsmann de dejar fuera al máximo goleador de todos los tiempos de la selección (57).

Klinsmann ha justificado su decisión de no incluir a Donovan en la lista de los 23 que estarán en Brasil con el argumento que el veterano jugador no pasa por su mejor momento de juego, algo que fue rechazado por el tres veces mundialista y autor de cinco goles.

Pero la ausencia de Donovan, de 32 años, ha permitido a Klinsmann apostar por jóvenes valores formados en Europa como son Fabian Johnson, Timmy Chandler, y Julian Green, que se espera puedan comenzar a mostrar todo el potencial que poseen.

Desde que Estados Unidos jugó el primer Mundial de toda la historia, el de Uruguay de 1930, donde alcanzó su mejor clasificación al llegar a las semifinales y quedar tercero, su fútbol de selección vive el mejor momento y cada vez está más cerca de las grandes potencias.

Es cierto que todavía no ha conseguido un gran triunfo, pero el hecho de clasificar desde Italia 1990 hasta Brasil 2014 de forma consecutiva, el fútbol de selección de Estados Unidos se merece todo el respeto dentro de la competición internacional.

Además, las clasificaciones a cuartos de final en el Mundial de Corea del Sur y Japón del 2002 y los octavos que también alcanzó el combinado de las Barras y las Estrellas en los de 1994, cuando fueron anfitriones, y el pasado de Sudáfrica 2010 es una garantía y confirmación de los progresos futbolísticos logrados.

La política de los directivos de la Federación de Fútbol de Estados Unidos es muy pragmática y aunque son conscientes que todavía no entran dentro del grupo de los países con selecciones de elite, si exigen que cada proyecto que desarrollan de cara a cada Mundial tenga los objetivos muy claros de no sólo clasificar sino también lograr avances.

Eso es lo que hasta el momento ya ha conseguido Klinsmann, que pasó de ser cuestionado y señalado como el "recomendado" del presidente de la federación, Sunil Gulati, al artífice del triunfo, clasificación y crecimiento de Estados Unidos de cara a Brasil 2014.

Su trayectoria a través del proceso de clasificación fue impecable y arrollador, especialmente en los ocho partidos que disputó la selección en territorio nacional, y que ganaron todos, único equipo que lo logró en la CONCACAF.

Además también se permitió el lujo, de al margen de quedar primero en la clasificación del torneo hexagonal y quitarle la hegemonía a México, ser también los que hicieron posible que sus vecinos del sur tuviesen la oportunidad de clasificar a través del repechaje que ganaron a Nueva Zelanda.

Klinsmann, de 49 años, de gran experiencia mundialista tanto a nivel de jugador y de entrenador con su país, Alemania, es consciente que Estados Unidos está lejos de las mejores selecciones, pero si ha logrado un compromiso completo con el equipo, donde impera la disciplina, el trabajo y ningún privilegio adquirido.

Eso fue lo que hizo que desde que llegó al cargo, en 2011, chocó con algunos de los jugadores claves e intocables con el anterior seleccionador Bob Bradley, incluido el hijo de éste, Michael Bradley, al que le tocó aceptar la manera de dirigir de Klinsmann, algo que no sucedió lo mismo con Donovan, que inclusive se tomó un año sabático de la selección.

Estados Unidos con un fútbol de gran poder físico, excelente defensa y gran disciplina fue siempre muy superior a los rivales de la CONCACAF, donde sólo Costa Rica y Jamaica pudieron vencerlos, pero nadie le quitó el invicto de local (8-0-0).

Los triunfos de Estados Unidos, que concluyó el hexagonal con 22 puntos (7-1-2), fueron logrados gracias a una gran labor de equipo en la que el delantero Jozy Altidore, al que Klinsmann le hizo renacer como goleador, fue la figura, y será referente en Brasil.

También Bradley, cuando aceptó la autoridad de Klinsmann fue clave, lo mismo que Clint Dempsey, nuevo líder del equipo, capitán y jugador decisivo de la selección, junto al arquero Tim Howard.

El entrenador alemán, que utilizó 28 jugadores diferentes en la fase de clasificación, al final confió en los nuevos valores, incluidos jugadores de origen latino, y a Brasil llevará al centrocampista Alejandro Bedoya (colombiano) y al defensa Omar González (mexicano).

Klinsmann ha reconocido que el objetivo realista en Brasil es superar la ronda de grupos aunque la misión ante rivales como Ghana, Portugal y Alemana se presenta cuando menos "muy difícil", pero ese será precisamente el gran reto que puede tener Estados Unidos a la hora de demostrar si de verdad ha crecido futbolísticamente bajo su dirección y si fue acertado el momento y la decisión de comenzar una nueva etapa sin Donovan.

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