Europa defiende en Gleneagles el 'milagro de Medinah'

  • El equipo europeo defiende entre el viernes y el domingo en el campo escocés de Gleaneagles el título conseguido hace dos años en la Ryder Cup, en lo que ha pasado a la historia como el 'milagro de Medinah', en alusión al campo próximo a Chicago en el que el equipo del Viejo Continente protagonizó una espectacular remontada el último día para adjudicarse el trofeo frente al de Estados Unidos.

Redacción deportes, 25 sep.- El equipo europeo defiende entre el viernes y el domingo en el campo escocés de Gleaneagles el título conseguido hace dos años en la Ryder Cup, en lo que ha pasado a la historia como el 'milagro de Medinah', en alusión al campo próximo a Chicago en el que el equipo del Viejo Continente protagonizó una espectacular remontada el último día para adjudicarse el trofeo frente al de Estados Unidos.

El 30 de septiembre de 2012 el equipo entonces capitaneado por el español José María Olazábal logró una hazaña histórica en el Medinah Country Club, un escenario venerado por Europa y de infausto recuerdo para Estados Unidos.

Los estadounidenses llegaron a la última jornada con un marcador claramente a su favor de 10-6. En los partidos individuales del domingo el equipo europeo estaba obligado a lo que parecía poco probable: ganar ocho de los doce puntos en juego.

Pero lo improbable se hizo realidad y el equipo de Olazábal vivió una jornada de ensueño en la que venció en ocho, perdió sólo tres y agregó un empate, en el duelo de cierre entre Tiger Woods y el italiano Francesco Molinari. Al final Europa se impuso por 14,5-13,5 para revalidar el título obtenido en 2010 en el Celtic Manor Resort de Newport, en Gales, por idéntico marcador.

Todo ello con el recuerdo de Severiano Ballesteros, fallecido el 7 de mayo del año anterior, siempre presente durante esos tres días en el equipo continental. El logotipo del genio de Pedereña lucía tanto en las indumentarias como en las bolsas de palos de los jugadores europeos. Su presencia en espíritu catapultó a Europa al éxito.

Este año la Ryder Cup, que cumple su cuadragésima edición, se juega en el campo escocés de Gleneagles, escenario por primera vez en la historia de este enfrentamiento bienal entre los mejores golfistas de la temporada de Europa y de Estados Unidos. Es la segunda vez que Escocia alberga el torneo tras la que en 1973 se disputó en Muirfield.

En esta ocasión el irlandés Paul McGinley sustituye a Olazábal como capitán de Europa, mientras que Tom Watson releva a Davis Love II al frente de Estados Unidos. Con 65 años, Watson se presenta en Escocia como el capitán de mayor edad en la historia de la Ryder.

Pero Olazábal no se marcha. Seguirá presente en el equipo europeo este año en Gleneagles, ya que formará, junto a su compatriota Miguel Ángel Jiménez, los irlandeses Padraig Harrington y Des Smyth y el escocés Sam Torrance, el nutrido equipo de cinco vicecapitanes que apoyará a McGinley.

Europa jugará en Gleneagles con los norirlandeses Rory McIlroy -actual número uno mundial- y Graeme McDowell, el sueco Henrik Stenson, el francés Victor Dubuisson, el galés Jamie Donaldson, el danés Thomas Björn, el español Sergio García, el alemán Martin Kaymer y el inglés Justin Rose. A ellos se unen, como elección personal de McGinley, el escocés Stephen Gallacher y los ingleses Ian Poulter y Lee Westwood para completar el grupo de doce jugadores.

Sergio García, único español presente en Gleaneagles, afronta su séptima presencia en la Ryder Cup, en la que ha sumado un total de 18 puntos. El castellonense iguala a Olazábal y se queda a una participación de Seve Ballesteros, que lo hizo ocho veces.

Westwood es el más veterano, con ocho presencias, de los europeos en la Ryder, en la que este año debutan Dubuisson, Donaldson y Gallacher.

Tom Watson tratará de volver a llevarse la Ryder a Estados Unidos con un equipo sin Tiger Woods, pero integrado por Jim Furyk, Zach Johnson, Matt Kuchar, Phil Mickelson, Bubba Watson, Rickie Fowler, Jimmy Walker, Jordan Spieth, Patrick Reed, Keegan Bradley, Hunter Mahan y Webb Simpson.

Siete de ellos ya estuvieron hace dos años en la derrota de Medinah: Furyk, Johnson, Kuchar, Mickelson, Watson, Bradley y Simpson. Y todos ellos acuden a Gleaneagles con sed de venganza.

Mickelson afronta su décima Ryder y Furyk la novena. Debutan Walker, Speeth y Reed.

La Ryder Cup se disputa durante tres días, entre viernes y domingo, bajo la modalidad de 'match play', es decir, por hoyos ganados, no por golpes. Cada victoria aporta un punto, mientras que los empates reparten medio para cada jugador o pareja. Cada partido se juega a un máximo de 18 hoyos, que en muchas ocasiones no llegan a completarse.

Los dos primeros días se disputa cuatro partidos de 'foursome', en el que cada equipo juega con dos jugadores que se alternan en el golpeo de la bola; y otros cuatro de 'fourball', en el que, también por parejas, cada golfista juega su bola y puntúa la mejor. El domingo, el día decisivo, se juega doce partidos individuales.

En total hay 28 puntos en juego. El equipo defensor, en este caso Europa, necesita al menos 14 para ganar, mientras que el aspirante precisa sumar 14,5.

El torneo se jugará en el PGA Centenary Course de The Gleneagles Hotel, situado en el condado de Perthshire, a una hora de Edimburgo. Se trata de un par 72 de 6.640 metros.

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