Europa League: Perea muestra sus dos caras en una posición que rehúye

  • Dentro del gris partido del Atlético de Madrid ante el Udinese (2-0), donde volvió a mostrar la falta de puntería que le está lastrando en los últimos encuentros, uno de los jugadores más destacados fue Perea. Y lo fue por lo bueno y por lo malo. El colombiano cumplió con nota alta en una posición, la del lateral derecho, que rehúye: no quiere jugar ahí y se lo ha dicho a Manzano. Pero lo hizo una parte, en la segunda, su actuación fue para olvidar.
Udinese Calcio v Club Atletico de Madrid - UEFA Europa League
Udinese Calcio v Club Atletico de Madrid - UEFA Europa League
Aitor Amorós

Perea es uno de esos futbolistas que si tienen el día bueno enamorando a su hinchada, pero como les salga torcido, puede costarle el partido a su equipo. Sus condiciones físicas, inmejorables para este deporte, hacen de él un defensa notable, pero los errores que comete cuando el balón está por medio rebajan sus prestaciones.

Con los años ha ido asimilando sus limitaciones, y por ello, esta temporada se ha propuesto jugar como central y no como lateral. En el costado entra en contacto con el esférico en más ocasiones que en el centro de la zaga, y eso es precisamente lo que quiere evitar. Perea quiere explotar sus habilidades (velocidad, está atento al corte, las coberturas), y habló con su entrenador para que contara con él como uno de los centrales y le alejara de la banda.

Manzano le escuchó, pero ante el Udinese no le hizo caso. Con la baja de Silvio, el capitán de Colombia era el único especialista en esa posición en la plantilla, aunque el técnico rojiblanco probara a Juanfran ante el Granada con buenos resultados. Perea jugó como lateral, y demostró que su apreciación, que ahí rinde menos, tiene fundamento.

Durante la primera mitad, el futbolista extranjero que más partidos ha jugado con la camiseta del Atlético de Madrid cumplió, vigiló su banda y ató en corto a Abdi. Pero tras el descanso, del vestuario regresó la versión mala de Perea. Desubicado, impreciso, cometió errores que costaron ocasiones claras para el Udinese. Un balón mal cubierto en el lateral del área pudo se lo robó un jugador italiano y su centro no fue rematado por poco. Y en el primer gol, un fallo de marcaje suyo permitió que Benatia rematara al fondo de la portería.

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